Fue un 15 de diciembre de 1982 cuando del puerto de Candás partió, a bordo de la goleta "Idus de Marzo", una expedición, formada por una veintena de tripulantes, hacia el polo Sur, con el objetivo de que un español pisara por primera vez la Antártida. De esa aventura ya han pasado 32 años, pero sus protagonistas volvieron a revivirla ayer. Eso sí, mediante el recuerdo. Ninguno se cansó de contar sus batallitas y evocar aquellos seis duros meses de viaje, que marcaron sus vidas para siempre. Prueba de ello es que, aunque muchos viven hoy fuera de la región, siguen conservando su amistad. "Estamos bastante desperdigados por el mundo. Unos están en Galicia, otros en el País Vasco, Madrid, las islas Baleares... Aun así, seguimos manteniendo el contacto", explicaron. Y cuando pueden hacen todo lo posible por reencontrarse. Y así seguirá siendo, según afirmaron con sorna, "hasta que la muerte nos separe".

En esta ocasión, en Candás, se reunieron unos diez. Para todos ellos, poder volver a la villa marinera significa "volver a casa". "Aquí siempre se nos recibe con los brazos abiertos, y se nota que ese recibimiento sale de dentro, del corazón", comentó uno de los presentes, Diego Garcés, tras recibir una "calurosa bienvenida" del Alcalde de Carreño, Ángel Riego. "Para el concejo siempre es una gran satisfacción poder tenerlos aquí, ya que la expedición a la Antártida forma parte de nuestra historia", señaló el regidor carreñense, tras seguir con atención, en el salón de Plenos, las anécdotas y recuerdos que los tripulantes del "Idus de Marzo" se animaron a relatar.

"Es curioso, pero cada vez que nos reunimos salen nuevas historias", indicó Fernando Cayuela. Y siempre positivas. Porque aunque hubo momentos malos, sobre todo, meteorológicos, al final lo que queda en la mente es lo bueno. "Fue una experiencia interesante e inolvidable", concluyen.