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El Principado ya rechazó en 2013 declarar la capilla de San Antonio de interés cultural

La tramitación de Patrimonio permitiría al concejo aspirar a una ayuda para la reconstrucción de la ermita, que precisará renovar el 15% de su sillería

La capilla de San Antonio, antes de ser desmontada. B. FERNÁNDEZ

El pleno del Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias deberá debatir sobre la posibilidad de declarar la capilla de San Antonio de Padua, en Candás, como bien de interés cultural (BIC), después de que el Ayuntamiento de Carreño solicitase el inicio de este expediente. Pero no es la primera vez que se pretende una declaración de este tipo. De hecho, en 2013 el Principado ya rechazó declarar el templo renacentista como un bien de interés cultural para la región. En cualquier caso, la tramitación en marcha permite al concejo aspirar a una ayuda ministerial del 1,5% cultural con la que se pretende reconstruir la capilla, desmontada de su ubicación original en el cabo de San Antonio por miedo a los argayos.

Hace menos de dos años, el plano del Consejo de Patrimonio entendió que "la capilla de San Antonio era antes de su desmontaje un edificio de interés patrimonial medio, insuficiente para ser declarado Bien de Interés Cultural, tal y como se refleja en la ficha del inventario del patrimonio arquitectónico de Asturias que en su día se hizo de este elemento". Más aún, señaló que "la capilla tuvo que ser trasladada por causas de fuerza mayor y no hay precedentes a nivel nacional de una declaración que afecte a los elementos desmontados de un bien patrimonial". Es decir, que como no existe templo físico, no se le puede declarar como BIC.

Hay que recordar que el Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias fue el mismo que en mayo de 2013, un mes antes de rechazar la declaración del BIC, autorizó al Ayuntamiento de Carreño, propietario de la ermita del siglo XVII, a reconstruirla en sus inmediaciones. Este hecho comenzará a materializarse en los próximos días, cuando comiencen las obras de reconstrucción, que dejarán lista la capilla, a pocos metros de su ubicación original, para la próxima fiesta de San Antonio, el 13 de junio. La ubicación definitiva, a 17 metros del acantilado, ha sido bendecida por el mismo consejo patrimonial que rechazó declarar la capilla de interés por no existir físicamente.

Eso sí, no todas las piedras volverán a ese emplazamiento a 17 metros del anterior. Medio centenar de ellas, concretamente 52, no podrán ser empleadas de nuevo al no poder ser recuperadas en condiciones durante el desmontaje de la capilla. Se trata del 15 por ciento de la sillería total del templo, que será reemplazado por sillares de piedra entonada elegidos para la ocasión.

Sí se colocarán, y en su misma posición y orientación, según recoge el proyecto, otros 287 sillares, el 85 por ciento del total, que habrán de despejar un lugar en el eucaliptal situado junto a la capilla, que necesitará de la tala de una veintena de árboles para dejar sitio a la ermita renacentista.

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