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Un conflicto territorial y político que se dilucidará en los tribunales

El conflicto por la supresión de paradas de los autobuses interurbanos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tiene, como tantos otros que ha habido en el Principado, tintes territoriales y un trasfondo político incuestionable, y finalmente ha acabado en los tribunales.

Por una parte, está la proverbial desunión de los municipios asturianos para tratar intereses comunes, y por otro el distinto signo político de las administraciones que las más de las veces convierte las disensiones en grandes conflictos.

En este caso, el Ayuntamiento de Oviedo, gobernado por el PP, se enfrenta abiertamente al Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), regido por el Gobierno regional, del PSOE. Ambas instituciones son las que tienen abierto el pleito en los tribunales.

Por otra parte, tanto el Ayuntamiento de Siero como el de Noreña han anunciado su intención de personarse en el juicio, alineados con el Consorcio de Transportes, que defiende la pretensión de los vecinos de ambos concejos, la de conservar las paradas de autobuses interurbanos en el hospital

En este caso, además de las pretensiones vecinales, ambos ayuntamientos son de un signo político que favorece la confrontación con Oviedo: el PSOE gobierna en Noreña, con César Movilla a la cabeza, y Foro Asturias, en Pola de Siero, con Eduardo Martínez Llosa como alcalde.

El cualquier caso, y más allá de los intereses políticos o económicos que subyacen en la disputa, lo cierto es que en la opinión pública de Siero y de Noreña no parece haber fisuras, sea cual sea la adscripción política de quienes opinen, respecto al perjuicio que supone para los usuarios del autobús tener que ir a la estación de autobuses de Oviedo y desde allí hacer transbordo o coger un taxi, pudiendo hacer una parada directamente en el centro hospitalario, sin esperas y sin mayores complicaciones.

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