La brisca, el dominó, el parchís y los frutos secos son el entretenimiento común desde hace tres semanas de los vecinos de Yernes, en el concejo de Yernes y Tameza. Los hogares están sin televisión por culpa de una tormenta que quemó el repetidor que da la señal al pueblo. Una avería que también afecta a algunos pueblos del sur de Grado como Tolinas, Las Villas o Santianes de Molenes, entre otros. "Si por lo menos hiciera buen tiempo podríamos entretenernos en otras cosas, pero el invierno sin tele es muy aburrido", señala Jacinto Fernández.
Los 17 vecinos de Yernes, en su mayoría mayores, esperan que la situación se solucione cuanto antes porque las tardes y noches del invierno se han vuelto una pesadez en la localidad. "Echo de menos el cotilleo, ver a aquellas reñir en la tele es lo que me gusta a mí", afirma Rosi Fidalgo mientras hace café.
Los vecinos creen que se está retrasando la reparación del repetidor porque no son muchos habitantes y están en una zona muy alejada de los núcleos urbanos. "Si estuviéramos en otro sitio ya estaría arreglado, pero nos dijeron que tenían muchas averías por el temporal y así seguimos", afirma Manolo Martínez.
En cualquier caso, todo apunta a que mañana la avería estará solucionada. Según explica Ramón González, teniente de Alcalde de Yernes y Tameza, el Principado no pudo acceder al repetidor hasta el pasado domingo a causa de la nieve. "Estuvimos encima porque no es lo mismo Yernes y Tameza que Villaviciosa porque son más habitantes", declara.
El pasado domingo, los operarios pudieron acceder al repetidor y "comprobaron que estaba todo el equipo quemado y ya estuvieron trabajando para repararlo", asegura. Así es que mañana darán la señal de televisión de nuevo al pueblo y, además, será un repetidor adaptado a la nueva televisión digital terrestre (TDT).
Pese a la falta de la llamada "caja tonta", los vecinos han encontrado otras formas de disfrutar del tiempo libre. Ahora, la radio suena más que nunca en las casas de Yernes y, tras atender el ganado, se reúnen en el bar de Manolo Martínez para charlar y echar la partida hasta las once o las doce de la noche. "Se está recuperando el ocio de antes", apostilla Fernández, aunque echa mucho de menos su programa favorito, "Pasapalabra", y ayer quería saber si el policía que llevaba varios programas concursando por fin se había llevado el bote.
También los hay, como Rosi Fidalgo, que tienen la suerte de una buena nuera. Todos los viernes les lleva a casa películas grabadas y series de televisión. Y ya han visto unas cuantas, incluso de dibujos animados: "Hay que poner de todo para entretenerse", detalla. Unos filmes de los que disfruta comiendo pipas o cacahuetes porque "eso no engorda y si estoy todo el día metida en casa no paro de comer", declara. Y si se cansa de tanto cine, Fidalgo se pone a amasar en un momento. La semana pasada hizo ocho panes y nunca falta el bizcocho o las rosquillas en Ca' Subuleiro.
Aunque la televisión entretiene, los vecinos se han dado cuenta de que el día a día en Yernes puede llevarse de muchas maneras.
