Aqualia quiere dejar la gestión de la piscina del complejo deportivo "Santi Cazorla" y reclama además al Ayuntamiento una indemnización de 4.706.394,88 euros al considerar que el "desequilibrio económico" en el que se encuentra la concesión hace inviable prestar el servicio firmado. La petición de Aqualia llega en medio de las negociaciones entre PSOE, IU y Somos Llanera para arrebatar la alcaldía al popular Avelino Sánchez.

Precisamente, ha sido el propio Sánchez, en su condición de alcalde en funciones de Llanera, quien ha hecho pública la petición de Aqualia. Según explica el aún regidor, la empresa solicita al Consistorio "que lleve a cabo la tramitación pertinente para proceder a la resolución del contrato para la concesión de obra pública para la construcción y explotación de la piscina" ante la "imposibilidad de continuar con el contrato en las condiciones inicialmente pactadas".

En estas circunstancias, remarca Sánchez, la empresa tendría derecho a pedir que se deje sin efecto el contrato y se le repongan los "daños sufridos". Es por esto que Aqualia reclama una indemnización de 4,7 millones de euros, de los cuales 4.130.000 euros corresponden a la construcción de la instalación, que Sánchez asegura que "no le costó ni un solo euro" al municipio.

Para argumentar su petición, Aqualia alude a una "situación de desequilibrio en que se encuentra la concesión" y a la negativa del Ayuntamiento a restablecer ese equilibrio económico.

El alcalde en funciones señala además que "la situación de desequilibrio económico de la piscina no ha sido negada por ningún juzgado ni tribunal". Conviene precisar, no obstante, que la empresa ha reclamado en los dos últimos años cuantiosas subvenciones al Ayuntamiento de Llanera para alcanzar los ingresos de explotación previstos. Unas reclamaciones que han derivado en sucesivos procesos judiciales debido a la negativa de PSOE, IU y Foro Asturias de abonar esas cantidades, en los que los tribunales han dado sistemáticamente la razón al Ayuntamiento de Llanera frente a las pretensiones de Aqualia.

El PP, en cambio, se había mostrado partidario de abonar esas subvenciones reclamadas por Aqualia. Por ello, Sánchez entiende que son esos tres partidos los "únicos culpables" de que la empresa pida la rescisión del contrato, que prevé que dejará a los vecinos sin piscina y a los empleados sin trabajo. "Se creían héroes que habían salvado al municipio cuando lo único que han demostrado es que nos unos inconscientes que nunca han sabido defender los intereses de Llanera", apostilla Sánchez.

Ante estas acusaciones, el candidato de IU a la alcaldía, José María Vega, hace una lectura en clave política de esa petición de Aqualia: "Es una maniobra desesperada ante la inminente pérdida de poder de Avelino Sánchez", afirma.

Vega, además, acusa a Aqualia de persistir "en su chantaje a los vecinos de Llanera en su intento de conseguir sus pretensiones económicas ligadas al funcionamiento del complejo deportivo", y considera que la empresa y el PP utilizan "la estrategia del miedo" al aludir a un hipotético despido de los trabajadores. "Queda demostrado, una vez más, que el gobierno local del PP negoció un proyecto que sólo iba a beneficiar a Aqualia cuando Avelino Sánchez aseguró que al Ayuntamiento no le iba a suponer gasto alguno", concluye Vega.