Un recorrido perruno por el Camino Primitivo a Santiago de Compostela. Como un peregrino más, un perro partió de Grado tras un grupo de caminantes a los que siguió hasta Lugo, donde avisaron a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de la ciudad gallega. El animal, un macho joven mestizo, sin microchip ni elementos identificativos, está bajo el cuidado del colectivo.
"No es el primero ni será el último, es muy común que en la zona rural de Asturias y de Galicia pase un peregrino, le dé algo de comer y si el perro tiene buen carácter, cuando se da cuenta está en Santiago", señala Francisco Javier Calleja, presidente de la protectora lucense.
Los dueños podrán reclamar al perro hasta el día 2 de julio, un plazo de veinte días desde su ingreso (el pasado día 12), según establece la ley gallega de protección de animales. A partir de esa fecha, la protectora podrá darlo en adopción o abrir la posibilidad de que sea apadrinado. "Una vez que pase el plazo no podrán hacer nada, incluso si alguien quiere preadoptarlo ahora y pasados los 20 días nadie lo reclamó, el perro será suyo", comenta Calleja.
La protectora recibió el pasado viernes por la mañana la llamada de un grupo de peregrinos de varias nacionalidades en la que relataron el periplo del perro peregrino, desde su partida de Grado hasta la llegada a Lugo. "Sobre las doce o una de la tarde lo recogimos en la zona de la muralla", señala Calleja. El perro tiene alrededor de un año, es de color canela claro, de manto corto y sin microchip. Además, tiene muy buen carácter", precisa. En los próximos días subirán una fotografía en la web del colectivo.
Pero la imagen del perro peregrino ya ha dado la vuelta al mundo al través de la red social Facebook. Una fotografía difundida por una vecina de Lugo ha sido compartida por más de 6.000 personas. Sin embargo, de momento nadie ha reclamado al animal. Ni en Facebook ni en la protectora.
Calleja sospecha que se trata de un perro de algún pueblo que andaba suelto y ante el buen trato recibido por los peregrinos decidió seguirlos. De hecho, ni en la villa moscona ni en los alrededores se ha tenido noticia de la pérdida o desaparición de un perro en los últimos días. El perro peregrino espera volver a casa, o encontrar una, tras su peregrinaje.
