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EVA BAIDES | Jefa de la Escuela de Hostelería del Instituto de Pravia

"Ampliar las instalaciones sería importante para que la escuela despuntase más"

"Algunos alumnos ven al llegar que la cocina no es lo que sale en la tele"

Baides, ayer, en la escuela. S. ARIAS

La jefa del departamento de Hostelería del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Pravia, Eva Baides, deja el centro tras cuatro años de intenso trabajo en los que aumentó la demanda de los estudios y en los que la escuela se hizo hueco en los mejores concursos gastronómicos para jóvenes cocineros. Su próximo destino es Gijón.

-Los cocineros siempre se han formado entre fogones, ¿cuál es a importancia de la formación en las aulas?

-Es el pilar de la cocina. Puede que adquieras los conocimientos si te enseñan y con los años, pero no sólo es cocinar, hay que asentar las bases de cómo limpiar, el manejo de los cuchillos, ingredientes, técnicas... Todo eso habilita al cocinero para el mercado laboral. Aunque año y medio de formación, más seis meses de prácticas, es poco tiempo, lo ideal serían estudios de tres años.

-¿Se queda pequeña la escuela praviana?

-Para el nuevo curso han bajado la ratio de alumnado de 30 a 20 alumnos, aunque hay mucha lista de espera. Pero eso va a descongestionar la cocina. Ampliar las instalaciones sería importante, sería una apuesta para despuntar muchísimo más. Pero hay que pararse a pensar en los medios de los que se dispone, todo con dinero público; por ejemplo, no puedes permitirte tener gran cantidad de alimentos, si bien, en general, en las escuelas de hostelería se hace mucho con poco.

-Los concursos televisivos, ¿hacen que aumente la demanda de estos estudios?

-La cocina está de moda, como en su día lo estuvieron los culebrones. Nos ha venido muy bien porque aumenta la matrícula, pero es contraproducente. Los chavales llegan aquí y se dan cuenta de que la cocina no es lo que vieron por televisión, que es muy dura y sacrificada. Si en la tele enseñasen la realidad no sería entretenimiento.

-En los últimos cuatro años la escuela praviana se ha colocado en los primeros puestos de diversos concursos gastronómicos, ¿es beneficioso para los alumnos?

-Sí, porque salen de la rutina, y es voluntario, porque todo el trabajo se hace fuera del horario escolar con el profesor, que lo hace de manera totalmente altruista. Son concursos duros, pero en los que aprenden mucho. Y si pasas fases o ganas, como aquí, es muy enriquecedor para el alumno y para el resto, que se dan cuenta de que es real. También para el profesor representa una satisfacción.

-¿Por qué deja Pravia?

-Quería un cambio de aires y aunque tenía aquí mi plaza definitiva decidí concursar en Gijón. Ahora sólo daré clases, eso me quita responsabilidad y me permitirá hacer lo que más me gusta, que es el contacto directo con los alumnos y enseñar lo que es la cocina. Para mí es totalmente vocacional, así que estoy encantada con el cambio.

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