Candás, villa marinera por excelencia, celebra del 9 al 12 de julio su XVI Feria de la conserva. Las casetas ya se preparan para recibir a un gran número de visitantes que acuden en esta jornada para degustar de las mejores conservas del concejo.

La feria rinde homenaje a la tradición conservera de la localidad. Desde 1915 funcionaban ya en Candás casi una decena de fábricas de conserva y salazón, aunque ahora, tras la marcha de Remo y Albo, ya no queda ninguna. Es habitual que las existencias de enlatados se agoten en los tres días y medio que dura el encuentro, por lo que cada año más firmas de estos productos se animan a venir

Es sabida la importancia que tuvo la industria candasina en la manufactura del pescado en los siglos pasados, con el precedente del puerto ballenero de Entrellusa, en Perlora, cuyos productos se adquirían en el mismo Candás y, en parte, se conseguían en los puertos más cercanos.

Los tiempos cambian y ahora la nueva lonja recibe cada día a un gran número de vecinos de la localidad para disfrutar del marisco y el pescado más fresco del concejo. A grito de "fresco, económico y, encima, del Cantábrico. ¿Qué más se puede pedir?", los marineros de la Cofradía de Pescadores de Candás reciben todos los días una oleada de clientes dispuestos a disfrutar del mejor pescado del concejo. La de Candás es la primera cofradía de pescadores asturiana en disponer legalmente de venta directa a los consumidores en la lonja, pasando por alto a los intermediarios y compitiendo con el comercio minorista. Otras cofradías pequeñas no descartan seguir sus pasos. Y es que con este nuevo mecanismo de venta directa en la lonja de Candás parece que tanto consumidores como pescadores salen ganando. Ambos se van a casa con una sonrisa dibujada en la boca.

Como es el caso de Eugenia Rodríguez, que se acerca todas las mañanas para decidir su menú mientras observa las guapas merluzas, los ricos salmonetes o las frescas parrochinas. "Vengo sin saber que voy a hacer de comer, todo esta fresquísimo y a precios muy económicos. En mi casa se come muchísimo pescado, los pescadores ya me conocen y en cuanto me ven entrar me ofrecen lo que tengo bueno del día" comenta.