Jenaro Soto preside la Sociedad de Festejos de Pola de Siero desde noviembre de 2012. Con la fiesta del Carmín ya en marcha, Soto recibe a LA NUEVA ESPAÑA para hablar de la celebración.
-En esta edición han reforzado la apuesta por la "Pequerromería", uno de los éxitos del año pasado...
-Es una actividad de entretenimiento, ocio y didáctica en la que los críos están viviendo su propia romería, en la que, aparte de hacer talleres, conocen la historia del Carmín y sus costumbres y tradiciones. Algo básico para que vayan teniendo ese rasgo de polesismo dentro.
-En cambio, prescinde de la kermés...
-No cuajó, luego no hay. Era una fiesta que recordamos los que la vivimos con bastante afecto, pero las generaciones cambian.
-¿Le afectó el empuje de otras fiestas?
-Claro que sí. Al tener que hacerlo el fin de semana siguiente al Carmín la gente ya está pensando en otros lugares de fiesta. La juventud, que es la que manda en estas actividades, no acude, y los que la hacían antes están cansados. Este año, con la verbena del domingo, pretendemos retener a la gente en la Pola. Es una prueba, a ver si funciona.
-Sí que parece funcionar la dispersión de conciertos, ¿no?
-Sí, gracias a la colaboración de ciertos sectores de hostelería se está animando mucho la fiesta. Aparte, este año la Sociedad de Festejos pretendía eliminar la música amplificada de lunes, pero por acuerdo con el concejal de Festejos se pretende dar nuevamente una opción a los hosteleros para que ese día puedan tener música amplificada en la calle. Pero si no se ordenan entre ellos y no se cumplen los horarios, lo que harán es erradicarlo definitivamente.
-Usted ha sido muy crítico con algunos hosteleros que cierran sus locales para instalar barras y música fuera...
-Estaremos vigilantes para plantear denuncias contra los que cierran los bares. Los que tienen barras en la calle tienen que tener el establecimiento abierto de libre circulación para todos los romeros o baños portátiles en la calle.
-¿Dificulta el diálogo con los hosteleros el que no haya una asociación que reúna a una mayoría de la localidad?
-Nunca la hubo. Ahora se están intentando hacer cosas por parte de un par de colectivos, pero desde que se fundó la Asociación de Hostelería de Asturias hasta el día de hoy nunca funcionó una asociación o un colectivo de forma determinante en la hostelería de Pola. Aquí se mira más al portal de al lado como al enemigo, y no como al colega. Creo que tendría que haber un cambio de mentalidad en los hosteleros.
-El cartel generó controversia, ¿qué le parece a usted?
-Para mí es estupendo. Cumple con todas las normas y los objetivos que debe tener un cartel. Es provocador, apto para la crítica y está bien hecho. Que gusten o no gusten los contenidos... pues creo que hay que ir modernizándolos. No vamos a pararnos en la botella de sidra y el gaiteru.
-También preocupa la gestión del parking en la romería.
-Buscamos ordenar y que los participantes estén cómodos. Y que de todo aquello que genere ingresos una parte repercuta en la Sociedad de Festejos. Tenemos empresas dispuestas a colaborar, como Versity, que invita a los demás de forma gratuita a unirse a su plataforma de transportes, y muchos ya vienen con el anagrama del Carmín. Y aquí se les facilitan las cajas de sidra que tienen concertadas y la plaza.
-La entrada de bebida al prau, ¿es un problema?
-Los grupos de amigos y familias que van a merendar y llevan bebidas nunca tendrán problemas. Pero lo del botellón-bus sí que lo queremos quitar. No me parece bien que hagan negocio otros con lo que nosotros pagamos. El año que viene será definitivo: o compran la sidra aquí o tendrán que pagar un canon. Y que no vengan con historias de que ésto es de todos: somos una entidad privada y la fiesta se hace en un prau privado. Y esto no es nada raro: se está haciendo también en otras fiestas.
