Las rincones de la iglesia San Félix de Candás y más de doscientos amantes de la música clásica disfrutaron ayer de la tercera jornada del I Festival de música clásica "Costa Verde", que patrocina LA NUEVA ESPAÑA. Gabriel Ureña Hevia y Olga Semushina fueron los encargados de enamorar a los asistentes con las notas que salían del violonchelo del joven avilesino y de las manos de la pianista rusa. El público ovacionó en pie a los intérpretes en varias ocasiones, incluidos los bises que realizaron.

Ureña es uno de los solistas más prometedores del panorama musical. Alumno aventajado de la violonchelista Natalia Gutman, a pesar de su juventud desarrolla una intensa carrera profesional que le ha permitido colaborar como solista con importantes orquestas y ofrecer recitales en España, Italia, Francia, Suiza, Alemania, Noruega y Austria.

Olga Semushina, por su parte, lleva una destacada vida camerística como miembro fundador del Trío San Petersburgo y en compañía del violonchelista Vladimir Atapin, del Dúo Hermitage. España se ha convertido ya en su segunda casa tras haber actuado en escenarios como la Sala Sinfónica y Sala de Cámara del Auditorio Nacional de España, el Museo de Bellas Artes de Madrid y la Fundación Juan March,

El concierto comenzó con una de las obras más conocidas de Mozart, "Siete variaciones sobre "Bei Männern welche Liebe fühlen", de "La Flauta mágica", en Mi bemol Mayor. Le siguieron obras de autores reconocidos como Schumman y Brahms.

Hoy la plaza Jesús García Prendes acogerá el grupo de metales y piano "Santi Novoa and friends", a partir de las 20.30 horas. Se convertirá en el penúltimo concierto de este festival, debido a que a Antonio Cánovas, saxofonista encargado del concierto que se iba a celebrar el viernes, le será imposible actuar a causa de la rotura de un brazo. La clausura será por lo tanto mañana con el concierto del Quinteto de viento Ritornello en el Paseín.