José Ramón Hevia es un violinista y profesor jubilado, desde hace dos años, del Conservatorio Profesional de Música de Oviedo. Si bien es natural de la capital del Principado, desde hace 25 años veranea de forma incondicional en Candás. Su vínculo con la villa llevó a colaborar como asesor artístico del I Festival de Música Clásica "Costa Verde", patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, que finalizó el jueves.

-¿Qué balance hace de esta primera edición del festival?

-Muy positivo. Ha sido una sorpresa muy agradable porque como todas las cosas que empiezan existe incertidumbre. La intención de esta primera prueba era conocer cómo respondía el público. Desde el primer día el festival caló muy hondo.

-Por tanto, ¿existen motivos para repetir en 2016?

-Sin duda, el poder de convocatoria de las actuaciones ha sido cada día mayor. El programa era muy variado. La clave del éxito puede haber estado en la variedad y en la calidad de los intérpretes. Ver la iglesia de San Félix abarrotada para ver una actuación da motivos para seguir.

-¿Demuestra esto que hay afición por la música clásica?

-Totalmente. Además de a los candasinos, el evento reunió a muchos visitantes. El éxito del evento es sin duda una demostración a los políticos de la cultura y la educación que tienen los ciudadanos, y que suelen ignorar. Puede interpretarse como un mensaje de la exigencia de una agenda cultural digna, pues los comentarios en la calle durante estos días eran todos de aprobación al festival.

-¿Fue todo lo positivo que esperaban?

-Lo que no acompañó fue el tiempo. La idea era actuar en distintos sitios, como en caso de El Paseín, pero fue imposible por la meteorología. Teníamos intención de probar lugares para fijar escenarios de cara a próximos años, pero no pudimos en todos.

-¿Ya plantean alguna novedad para el año que viene?

-El nombre de Costa Verde se le dio con vista a que en un futuro el festival se expandiera a otras villas de la costa asturiana como Cudillero, Villaviciosa o Ribadesella. Candás sería la cabecera, puesto que fue el Ayuntamiento de Carreño el que puso los medios y la logística.

-¿Plantearía esto la necesidad de ampliar fechas?

-Se podría hacer de forma simultánea. Cuatro o cinco conciertos que se sucederían en distintos lugares durante la misma semana, de forma que cada actuación se repitiera en todas las localidades en una semana. Esta fórmula sería más rentable y se conseguiría una mayor difusión y participación de las gentes de las distintas sedes.

-¿En qué situación se encuentra la enseñanza musical?

-La enseñanza musical es buena en Asturias por sí misma, pero la Consejería debe reflexionar porque no puede ni debe aplicar la Ley de incompatibilidades como lo está haciendo, pues ningún conservatorio en España lo hace. Pedagogía e interpretación no sólo no deben ser incompatibles, sino que debería ser obligatorio compatibilizarlas, al suponer investigación. Estas trabas provocan la fuga de grandes talentos.

-¿Goza de buena salud la música clásica en la región?

-Existe una actividad tremenda a lo largo de todo el año en Oviedo, principalmente; los conciertos que se celebran en el auditorio son de primer orden. Está la ópera y la zarzuela con labor extraordinaria del Ayuntamiento de Oviedo. Los conservatorios están haciendo todo lo que pueden. Además, está Concurso internacional de música de Llanes que ha aportado alumnos de toda España al conservatorio. Sin duda, Asturias es una referencia musical a nivel nacional sólo por detrás de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao o Valencia.