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Los ganaderos reclaman que se fijen precios mínimos para la venta de leche

El fin de las cuotas lácteas y las tensiones internacionales ahogan al sector, que se reúne estos días en Ables

Los ganaderos reclaman que se fijen precios mínimos para la venta de leche FRANCO TORRE

El concurso-exposición de ganado vacuno de Llanera, cuya cuadragésima primera edición se celebra este fin de semana, es un escaparate idóneo para la cabaña ganadera asturiana, buena parte de la cual se haya reunida en el recinto ferial. Pero, además, es una ocasión propicia para pulsar la opinión del sector, especialmente en momentos tan complejos como los actuales, con la supresión de las cuotas lácteas. Una decisión que concita el rechazo unánime de los ganaderos, quienes reclaman que se fije un precio mínimo para la leche, como se hace en otros países, a fin de asegurar la supervivencia de las explotaciones.

"Vivimos la situación más difícil de los últimos años. Los ganaderos invertimos mucho en el sistema de cuotas, y ahora Europa, basándose en unos informes que dicen que se produce menos leche de la que se consume, ha liberalizado el sector. Pero con el veto de Rusia a los lácteos, con China demandando menos de lo que se esperaba... al final, España se convierte en un sumidero de leche", explica Paulino Badiola, que dirige con su padre, José Ramón, una de las principales ganaderías de la región, con 520 animales, en Gozón.

"La situación es difícil porque además los precios que nos pagan son muy bajos y los costes muy altos. Ahora nos pagan la leche a 34 céntimos el litro, pero es que el pienso, con esta sequía, ha subido hasta los 32 céntimos el kilo. Así es imposible", añade Germán Fernández, que posee 154 reses en Salas y dirige la ganadería con su hija Beatriz. Ésta insiste en que "los gastos son demasiado elevados para cubrirlos con el precio que nos pagan por la leche".

"La cosa está muy difícil, no sé si se podrá aguantar. Fijar un precio mínimo podría ser una vía de solución, pero se lleva muchos años hablando de eso y no ha salido nada", explica David Rodríguez, que posee 92 vacas en su ganadería de Llanes. "En Francia ya hay un precio mínimo para la leche, y además gravan el producto que viene de fuera. Pero aquí, la Comisión Nacional de la Competencia no lo permite", explica Paulino Badiola.

Esto dificulta la supervivencia de las ganaderías, además de la renovación al frente de las ganaderías. Algunos jóvenes, no obstante, se atreven a coger el testigo de sus padres, como las llanerenses Carmen y Rocío Díaz, que llevan una ganadería con 90 vacas. "El sector está muy mal, bajó mucho la leche y no hay un control real del precio. Si a eso sumamos que los gastos son mayores, es muy difícil mantener la actividad", explica Carmen Díaz.

Las dificultades, en todo caso, no afectan tan sólo a las explotaciones lácteas. Antonio Fernández y Sara Prado dirigen una ganadería con 14 reses para carne en Remoria. También a ellos les afecta el incremento de los precios del pienso y la retracción del mercado.

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