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Carreño

Perlora, el abandono de nunca acabar

Vecinos y usuarios se muestran partidarios de pagar una entrada para mantener la ciudad de vacaciones y temen su mayor deterioro en invierno

Un vecino sortea un árbol caído en Perlora. MEY SERRANO

"Estaría dispuesto a pagar dos euros por entrar en la antigua ciudad residencial de Perlora, pero eso sí, si ese dinero lo utilizaran para volver a conseguir el recinto que teníamos antes, una ciudad de vacaciones digna y cuidada", asegura Francisco Muñiz, vecino que pasea habitualmente por la antigua instalación vacacional, cerrada hace más de siete años.

Los vecinos y paseantes consultados ayer por LA NUEVA ESPAÑA y que visitan habitualmente el recinto se muestra dispuestos a pagar una cantidad por entrar si ese dinero se destinara a un mejor cuidado de las zonas verdes y volver a conseguir el complejo de vacaciones de antaño. Ahora, dicen, está abandonado y sin cuidados, algo que lamentan profundamente.

"Tendrían que tomar alguna medida para que esta zona tuviera un poco más de vida; igual si pusieran una entrada simbólica de uno o dos euros y la gente viera que ese dinero se utiliza para un disfrute común y un cuidado de las zonas, la gente se concienciaría. Por supuesto sería algo muy bueno para Perlora", asegura Gloria Ortiz.

No obstante, los hay más exigentes y reacios a pagar una entrada que ayude a mantener la ciudad de vacaciones, porque advierten de que debería ser arreglada por todos aquellos que lo estropearon con proyectos que nunca llegaron a llevarse a cabo, como el de un hotel y villas residenciales. " La solución no sería poner una entrada, porque seguramente ese dinero no estaría destinado al funcionamiento de Perlora. Lo que deberían hacer es que todos aquellos políticos que estropearon esto, volvieran a recuperarla y lucharan un poquito por devolver el turismo que acogía años atrás", opina Hilario González.

El verano llega su fin y en Perlora se nota cierto abandono que muchos temen que vaya a más en otoño e invierno. Hay ya zonas llenas de maleza y arboles caídos sobre la carretera en la antigua zona residencia. También la hostelería nota la decadencia de Perlora, antaño un centro vacacional que atraía numerosos turistas de toda Asturias.

"Su decadencia se aceleró con el cierre en 2007. Un montón de proyectos fallidos consiguieron hundir el complejo en vez de reflotarlo. Intentaron hacer una sucursal de una Universidad China, quisieron alquilar la villa, pero nada de eso terminó de concretarse. Ahora sólo tenemos la aspiración de que Perlora se llene de turistas y pueda estar mas o menos decente como pasaba antes. Ojalá no volamos a tener otro año de abandono" comentó, ayer, con nostalgia el carreñense Pedro Suárez.

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