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Denuncian contratos irregulares en varias piscinas públicas de Siero

El Alcalde, quien asegura que no tenía constancia del problema, se ha comprometido a "actuar con contundencia"

La empresa que se encarga de las sustituciones por baja o descanso en el servicio de socorrismo de las piscinas cubiertas de la Pola y Lugones, y de la piscina exterior de El Carbayu, también en Lugones, ha cometido irregularidades en la contratación de sus trabajadores, según ha asegurado un joven que fue contratado hace unas semanas por la firma.

El ya extrabajador -dadas las condiciones en que lo contrataron, decidió renunciar al empleo-, cuyas iniciales son I. F. R., detalló que fue socorrista varios fines de semana en las tres piscinas del concejo mencionadas.

"Cobrábamos a ocho euros la hora, daba igual que fuera un día festivo o no, y lo peor de todo es que no había contrato, es decir, estábamos sin asegurar", denunció. "Ya al llegar nos dijeron que, como iban a ser unos pocos días sueltos, no nos asegurarían, y que ya lo harían, llegado el caso, si trabajásemos durante más tiempo", explicó.

El alcalde de Siero, Ángel García, responsable de Deportes, aseguró que desconocía el asunto.

En cualquier caso, García invitó al trabajador a dirigirse personalmente a él para tratar el asunto. "La contratación legal se exige a todas las empresas, y pienso hablar con los responsables de contratación a primera hora del lunes para que nos saquen de dudas; si es algo que se hace de manera totalmente ilegal, a nuestras espaldas y engañando a la administración, vamos a actuar con contundencia". El regidor aseguró que si tienen alguna prueba de que han ocurrido estas irregularidades tomarán las medidas pertinentes con toda la premura y sin ninguna duda. "Estamos muy comprometidos con este tipo de cuestiones, y exigimos que se cumpla la legalidad a rajatabla".

Además de las irregularidades y las limitaciones legales en las que incurrió supuestamente la empresa, el trabajador indicó que, en su caso, las condiciones de espera eran poco halagüeñas. Él estaba dando "refuerzos", lo que significaba que tenía que estar "pendiente del teléfono móvil todo el día", sin moverse de Oviedo, el municipio en el que reside, "porque no sabes si te llamarán; de hecho, te llamaban a las dos de la tarde y a las cuatro ya tenías que estar trabajando", relató.

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