La Asociación de Vecinos de Cayés celebró ayer una jornada de convivencia con una comida en el restaurante El Valle, a la que acudieron en torno a 220 personas. Los miembros del colectivo, que cumple 10 años de existencia, compartieron mesa y mantel en un día de diversión, pero no se olvidaron de la vocación reivindicativa de la cita. Como dijo su presidente, Luis Álvarez, en el discurso institucional, la asociación "jamás ha cambiado su esencia reivindicativa, y en todo momento ha impulsado la necesaria movilización en defensa de nuestros derechos de bienestar".
Álvarez se congratuló de estar cerca de conseguir "uno de los objetivos marcados que significarán la realización de la obra más importante en la historia de nuestra comunidad, y que hará justicia a cuarenta años de lucha reclamando nuestros derechos". Ese objetivo es la variante de la carretera de Cayés, que alejará el tráfico pesado que ahora atraviesa el centro del pueblo.
Hay, no obstante, otras reivindicaciones que siguen activas, y que la asociación espera que se cumplan antes de que concluya el actual mandato: el saneamiento del Arroyu, la mejora de la Venta del Gallo, que incluya "el plan especifico de la Venta para su recuperación ambiental y la restauración del conjunto monumental de La Ponte y el patrimonio histórico industrial".
La asociación cumple una década, durante la cual, se han conseguido, en palabras del presidente "logros en distintas áreas, y el socio o el vecino puede observar estos cambios habidos en la parroquia, ya que son fácilmente identificables".
Volviendo al tráfico, Álvarez añadió que la asociación exigirá al Ayuntamiento "la implicación necesaria para que, de forma urgente, active ante el Gobierno autonómico acuerdos alcanzados institucionalmente".
