Pedro Menéndez Tomás (1977), un maliayés de la Atalaya de Tazones, tiene la gran responsabilidad de representar al club de fútbol que preside desde hace cuatro años, el Lealtad, para pregonar las fiestas de Nuestra Señora del Portal de Villaviciosa. La inauguración de los festejos es mañana a las 20 horas, en la plaza del Ayuntamiento.
-Es de esperar que sea un gran honor pregonar las fiestas, ¿no? Y más en nombre del Lealtad.
-Dar el pregón representando al club que me vio crecer y en el que llevo 28 años de mi vida es una de las mejores cosas que me han pasado. Es una gran responsabilidad, pero detrás de mí hay mucha gente, que son tan leales al club como yo. Me acompañarán el cuerpo técnico y la plantilla.
-¿Ya lo tiene escrito?
-En principio no tengo nada escrito, prepararé un guión. La idea es repasar la historia del club, sobre todo de estos tres últimos años.
-Que no han sido fáciles...
-Nos encontramos una situación económica difícil, con denuncias de jugadores, entrenadores, proveedores... No se temió la desaparición del club, pero sí el descenso de categoría por los impagos. Pero trabajamos mucho para sacarlo adelante, bajamos las nóminas y organizamos muchas actividades. Llegamos a tener 180.000 euros de deuda, que es una gran barbaridad para un equipo de tercera, y hoy es cero. Es una gran satisfacción. Lo teníamos todo embargado y sin poder recibir subvenciones. El primer año no teníamos casi ni balones para entrenar.
-Además, han logrado el ascenso a Segunda B y mantenerse. Usted vivió dos ascensos, uno como futbolista y otro como presidente, ¿cuál fue más emocionante?
-Como jugador se esperaba más porque era una época buena, pero como presidente fue más inesperado por la situación. Como futbolista es mucho más guapo todo. Lo disfruté mucho. Somos el tercer equipo de Asturias, después del Sporting, que está en Primera; el Real Oviedo, en Segunda, y nosotros, en Segunda B junto con el filial del Sporting.
-Le queda un año de mandato, ¿se presentará a la reelección?
-Es mi última temporada de mandato. En principio no optaré porque no es mi sitio. Me gusta entrenar o la dirección deportiva, pero no la presidencia. La cogí porque el club que me vio nacer, en el que empecé a jugar con diez años, estaba en una situación límite y la gente me lo pidió. Lo que hice fue entregarme en cuerpo y alma al Lealtad.
-En breve celebrarán el centenario del club.
-El año que viene es el centenario, pero hay la duda de si se empezó a jugar en 1916, pero no fue oficial hasta el 18. Tenemos previsto organizar una exposición de fotos, un partido especial de centenario. Invito a la gente a disfrutar de este momento porque no va a ser fácil repetirlo, no sólo por el ascenso, si no por mantenerlos. Es muy difícil porque te enfrentas a equipos de capitales de provincia, que tienen un presupuesto siete u ocho veces mayor que el tuyo.
-¿De cuánto es el del Lealtad?
-De 400.000 euros para todo el club. Tenemos 14 equipos -desde los 4 años hasta senior-, con más de 200 niños y el equipo filial.
