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La bici hermana Bretaña y Nava

Un francés detiene su viaje de 2.000 kilómetros para conocer el concejo

Alain Crampon escanciando sidra ayer en Nava. LUCAS BLANCO

"Un día me prometí que haría una ruta en bici por España y Nava debía estar en el itinerario". Así explica el peregrino francés Alain Crampon los motivos que le llevaron a coger la bicicleta el pasado 24 de agosto en su localidad de Le Pouldu, en la Bretaña, e iniciar un recorrido de unos 2.200 kilómetros hasta Lisboa, que ayer tuvo una parada especial en Nava, concejo hermanado con el municipio galo de Crampon desde el año 1995.

Este aventurero, ya jubilado del sector del turismo a sus 68 años, es un gran aficionado al cicloturismo, y en los últimos años ya ha realizado macrorecorridos similares por diferentes regiones de Francia e incluso por la zona francófona de Canadá, dónde cubrió varios trazados de cientos de kilómetros. Ahora se ha propuesto llegar a la capital portuguesa, previo paso por Santiago, no sin antes descubrir una Asturias que ansiaba conocer. "La verdad es que esto es un lugar mágico", declara con la Peñamayor de paisaje de fondo.

Si bien en los primeros días de su aventura el peregrino recorría una media de unos 80 kilómetros diarios, reconoce que nada más llegar a la cornisa cantábrica ha tenido que rebajar el ritmo. Eso sí, siempre según lo previsto. "Por aquí hay muchas montañas y más o menos suelo promediar unos 50 kilómetros diarios", declara, para luego puntualizar que prefiere tomárselo con calma para disfrutar del paisaje.

De igual forma, no ha querido perder la oportunidad de conocer a fondo el concejo asturiano hermanado con su tierra y por ello decidió hacer noche ayer en el albergue de Grátila y, ya de paso, conocer también el mercado tradicional de esta localidad. "Hasta ahora he cubierto unos 1.170 kilómetros y creo que me merezco hacer un poco de parada para disfrutar de algunos de los rincones del municipio".

Entre los anfitriones que ayer ejercieron de guías improvisados estuvieron varios concejales de la corporación local y el exalcalde asturianista Julián Fernández Montes, que llegó al cargo precisamente en 1995, cuando se inició el hermanamiento con el municipio de Clohars Carnoët, al que pertenece el pueblo de Crampon, e incluso dio al visitante algunas clases de escanciado de sidra: "La clave está en la mano", indicó el exregidor, mientras el peregrino admitía la dificultad de esta técnica.

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