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Las campanas de boda revolucionan Torazo

El pueblo cabranés vive con gran expectación el enlace de Manuel Antonio, hijo del emigrante retornado Manuel Rodríguez

La novia y su padre, a su llegada. L. B.

El pueblo de Torazo vivió este sábado una jornada muy animada. La tranquilidad habitual del pueblo dio paso a las corbatas, las pamelas y espectaculares vestidos. El motivo no fue otro que la boda de Manuel Antonio, hijo del emigrante retornado Manuel Antonio Rodríguez, que como ya hiciera su hermana Rocío en 2012, eligió la localidad cabranesa para celebrar uno de los días más importantes de su vida.

Habían pasado apenas un par de minutos de la una de la tarde cuando el novio llegó a la iglesia de Torazo acompañado por su madre y madrina para la ocasión, Maribel Díaz, entre constante piropos de buena parte de los 350 invitados para el enlace, así como de muchos vecinos que de manera espontánea decidieron acercarse a los aledaños del templo para acompañar a la familia en un día tan especial.

Poco después llegó la novia, Noelia, acompañada por su padre, que también ejerció de padrino, Juan Manuel García, y fueron recibidos muy efusivamente por los presentes. "¡Estás preciosa Noe!, gritaban varias mujeres que no perdieron detalle de unos invitados que ofrecieron todo un desfile de moda improvisado, interrumpido por felicitaciones y agradecimientos de los novios y sus familiares.

A la ceremonia acudió una importante representación de la emigración asturiana en México y otros países hispanoamericanos, además del mundo de la política, pues entre los que se acercaron a la iglesia estuvo también el diputado nacional Antonio Trevín, que aprovechó para saludar a un padre del novio preocupado, pero tranquilo, porque todo saliese según se había planeado. "Creo que la más nerviosa en este caso es la madre", comentaba con humor Manuel Rodríguez.

Una vez celebrada la boda, los invitados se trasladaron hasta la Hostería de Torazo, donde los festejos se prolongaron durante toda la jornada con la presencia de gaitas y gastronomía asturiana, sin olvidar los nexos con el otro lado del Atlántico.

Los novios, de 39 años él y 38 ella, son también muy conocidos en el pueblo. Manuel Antonio es empresario al igual que su padre, mientras que Noelia, originaria de Lugones, habla cinco idiomas y trabaja para una multinacional. Sin embargo, la familia es más conocida en Cabranes por los hermanos Manuel y Rafael Rodríguez, que años después de emigrar con éxito en sus negocios, volvieron al concejo a pasar la mayor parte del año y colaborar con muchas iniciativas.

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