"Es un día soñado que nunca pensé que se fuera a realizar", afirmó, ayer, Crispina Gómez Rodríguez tras visitar Grado, concejo del que se fue cuando era una joven emigrante con destino a Argentina, donde ha pasado toda su vida. Gómez visitó junto a otros siete emigrantes la villa moscona dentro de las actividades del programa "Añoranza". Se trata de una iniciativa del Principado de Asturias que promueve el reencuentro de los emigrantes asturianos con su tierra y familiares que, por falta de recursos económicos, llevaban años sin retornar a Asturias.

Los emigrantes, acompañados por la directora general de Inmigración, Begoña Serrano, visitaron el Museo Etnográfico y de Historia de Grado, el mercado dominical y fueron recibidos por el Alcalde, José Luis Trabanco, y el edil de Cultura, Plácido Rodríguez, en el Ayuntamiento. El grupo, formado por cinco emigrantes de Argentina y tres de Venezuela de entre 70 y 83 años, pasó una agradable mañana en la villa moscona. Pero, desde luego, quien más lo disfrutó fue Crispina Gómez. La mujer, natural de la localidad de Vío del Pico, en el antiguo alfoz de Salceo, cuenta las horas para visitar su pueblo natal, ya que el programa "Añoranza" prevé actividades diarias a los emigrantes. Pronto Gómez podrá volver a pisar la escuela donde aprendió sus primeras lecciones y encontrarse con los vecinos de toda la vida.