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A la noche del Cristo le crecen los devotos

Cientos de personas participan en la procesión polesa de bajada de la imagen de Santana, a la que asistió Jesús Sanz

Un momento de la procesión, ayer, en la Pola. MANUEL NOVAL MORO

El Cristo de Santana gana devotos. Cientos de fieles participaron ayer en la procesión de bajada de la imagen que se celebró, por las calles de la Pola, desde la capilla que está bajo su advocación hasta la iglesia de San Pedro, donde permanecerá hasta el domingo 27, día en que se celebra la procesión de vuelta de la imagen a la capilla.

La parroquia de San Pedro recuperó hace unos años la tradición que dicta que sean los niños que han recibido la Primera Comunión este mismo año quienes encabecen la procesión. Así fue ayer. En primer lugar, caminaron los niños portando farolillos con velas, y ataviados con casullas de color blanco. Detrás iban otros niños también con farolillos y velas pero con casullas moradas. Tras ellos, llevaban la imagen los costaleros, vestidos también de morado, y a continuación, los fieles. En esta ocasión, además del párroco de Pola de Siero, Sergio Martínez, asistió a la procesión el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, que dio la paz a los fieles justo antes de que la procesión saliera al pie de la escalinata de la capilla de Santana.

La imagen del Cristo de Santana ha sido siempre muy venerada por los polesos, si bien hasta hace unos años la procesión de bajada contaba con muy pocos fieles. Fue desde que se recuperó la tradición de los farolillos cuando cobró un nuevo empuje, que crece cada año.

El Cristo de Santana fue restaurado por Mónica Cepa hace varios años, y es la imagen más querida desde siempre en la Pola junto con la de la Virgen del Carmen, que sale en procesión todos los veranos.

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