Los vecinos de Leceñes se concentraron ayer a la puerta del que hasta principios de este mes era el centro deportivo municipal de la localidad para protestar por el cierre de las instalaciones, una decisión tomada por el gobierno de Siero, en manos del PSOE, a pesar de que hasta ahora hacían uso de ellas más de ochenta personas.

Uno de los portavoces de la protesta, Joaquín Cuetos, afirma que los vecinos se han sentido molestos "tanto por el fondo como por la forma; por el fondo, porque que se deja sin actividad a más de ochenta usuarios, y la forma porque lo único que hicieron fue poner un cartel a la puerta y echar el cierre", señala.

El centro deportivo se cerró el día 1 de septiembre, día en que se colocó el cartel que informaba de que las actividades cesaban. Cuetos asegura que los vecinos pidieron explicaciones por escrito al alcalde, Ángel García, el día 7 de septiembre, "y la respuesta que obtuvimos fue que el día 9 llegaban unos operarios, retiraban el tatami y cambiaban la cerradura".

Otra usuaria, Ana Isabel Castaño, apunta que el centro estaba abierto desde hace más de treinta años, con numerosa actividad. "Había tres grupos de pilates, uno de aerobic y dos de judo; y los trasladaron todos a otros lados, el pilates se va a dar en el centro polivalente y los del judo tendrán que ir a Carbayín Bajo", se queja.

"Esto es un contratiempo para muchos de nosotros, sobre todo para la gente que tiene a sus hijos en judo; porque lo daban a las siete de la tarde aquí, y muchos de los chicos podían venir incluso solos andando o en bici, y ahora van a depender de los padres", sostuvo.

Y además, añade Cuetos, "el pilates no va a ser lo mismo en el centro polivalente, porque para mucha gente mayor, que lo hace porque se lo recomendó el médico, va a ser muy incómodo en el suelo del centro polivalente, que estará mucho más duro y frío; donde lo hacían hasta ahora es un centro deportivo, con duchas, vestuarios, ventilación y las instalaciones necesarias".

Mónica Noval, judoka que practicó durante años en el tatami de Leceñes, tenía hasta ahora a su hija practicándolo en el mismo sitio. "Ahora me lo cambian para Carbayín de ocho a nueve de la noche. Antes mi hija venía sola, y ahora voy a tener que llevarla yo a esas horas", protesta la vecina.

Los vecinos están particularmente dolidos con el trato que se ha dispensado a los judocas porque es una disciplina que ha sido muy exitosa en la localidad. De su tatami han salido varios campeones de Asturias y de España.

En cualquier caso, indica Gregorio Nieto, "el cierre no está justificado de ninguna manera; si alegan razones económicas, no se sostienen, ya que los que practican deporte aquí dejan al año cerca de 10.000 euros en abonos del Patronato Deportivo Municipal y en cuotas de las actividades, y se calcula que el centro le costaría al Ayuntamiento unos 3.000 euros al año". Aun así, Nieto cree que el rendimiento económico del edificio nunca puede ser una justificación. "La actividad deportiva pública no tiene por qué ser rentable", sostiene.

Asimismo, las antiguas escuelas en las que está el centro deportivo también son la sede de la peña de carrozas Les Escueles, que lleva activa desde 1989, cuando nació con otro nombre: "La carroza los guajes", que con el cierre se queda sin sede social.

Los vecinos han iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir que se vuelva a abrir el centro. Tienen ya más de 500. Asimismo, han anunciado que asistirán a la sesión plenaria municipal que se celebra el jueves para tratar de hacerse oír.

El maestro jubilado y militante histórico del PSOE Emilio Palacio envió asimismo un escrito a la junta rectora del Patronato para denunciar la "irresponsabilidad brutal" de haber cerrado el centro "a la trágala, pisoteando los derechos de los usuario".

La manifestación contó, asimismo, con la presencia de representantes de todos los partidos políticos que integran la oposición, que acudieron a mostrar su apoyo.