El Ayuntamiento de Siero rehabilitará nueve pisos vacíos y un edificio de viviendas de tres alturas de su titularidad para que puedan ser ocupadas por personas que lo necesiten. Una actuación que podría comenzar por seis viviendas de Pumarabule, para las que ya está redactado un proyecto de rehabilitación con un coste de unos 240.000 euros.

Así lo acordó ayer el Pleno municipal, por unanimidad de todos los grupos, a propuesta de Foro Asturias. La iniciativa, de hecho, logró un apoyo cerrado de todos los grupos, que coincidieron en darle prioridad a esta actuación. En concreto, y además de los seis pisos de la barriada de Pumarabule (todos desocupados salvo uno), dos en la calle Fuente Boladro de Pola de Siero (ambos ocupados), un piso en La Malpica de Carbayín (desocupado) y un edificio desocupado con planta baja y tres pisos en El Cotayu, que ha sido cedido por sus propietarios al Consistorio. Unos inmuebles que precisan, todos ellos, actuaciones de mayor o menor calado.

En este sentido, el alcalde, el socialista Ángel García, precisó que incluso se había barajado dedicar un plan de empleo a estas actuaciones, aunque algunas dificultades técnicas lo impidieron.

El portavoz de Foro, Eduardo Martínez Llosa, puso además sobre la mesa la posibilidad de comenzar las actuaciones por las viviendas de Pumarabule, toda vez que ya se cuenta con un estudio técnico y, según precisó, podría ejecutarse en un plazo de entre cuatro y cinco meses. Foro, además, adelantó que pedirá actuaciones en esta materia cara al debate presupuestario.

En paralelo, el Pleno también aprobó una moción de Somos para declarar a Siero como "Municipio libre de desahucios". Una propuesta que no concitó la misma unanimidad que la de Foro, debido a sus implicaciones políticas. El PP se opuso al planteamiento de Somos, y otras tres fuerzas (Partido Independiente de Siero, Ciudadanos y la Plataforma Vecinal de La Fresneda) se abstuvieron ante las dudas que les planteaban algunas de las medidas planteadas, como la realización de un censo de viviendas vacías que sean propiedad de bancos o entidades financieras.

La mayor controversia de la sesión, en todo caso, se centró en una propuesta del equipo de gobierno para que Siero se diese de baja en la red de "Ciudades saludables", promovida por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y cuya mera inclusión tiene un coste anual de entre 2.000 y 3.000 euros para el Consistorio, sin que se hayan apreciado beneficios en los últimos años.

"Entiendo que desde 2004 hemos tirado 33.000 euros a la basura, en una partida que nadie sabe para qué es ni a qué se destina, aunque me gustaría tener más datos", sostuvo al respecto Beatriz Polledo, portavoz del PP. Pese a esa ausencia de beneficios constatables, los diferentes grupos de la oposición se mostraron partidarios de recabar datos adicionales antes de confirmar la baja del concejo. Una postura que no gustó al alcalde, el socialista Ángel García, que tras aceptar posponer la decisión a una futura sesión, cerró el debate lamentando que "en el borrador de los presupuestos irán 2.000 euros para esta red, y luego les prenderemos fuego".

El Pleno acordó también solicitar al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) la instalación de paneles para reducir la contaminación acústica en Lugones a causa del tren, y solicitar una residencia del ERA para Lugones.