Los 25 años que cumple la asociación Amigos de Grado se cruzaron ayer con los cien que celebra la Federación Asturiana de Fútbol en un redoble de números redondos en la capilla de los Dolores de la villa moscona. Maximino Martínez, presidente de la territorial, recibió el premio "Moscón de oro" a la entidad para redondear, además del año de su centenario, el de la Medalla de Plata de Asturias y los ascensos del Sporting y el Oviedo, aunque quiso matizar que "cuando hablo del fútbol hablo del fútbol base, del aficionado", y que la estatuilla del artista Favila que simboliza el galardón ha de ser desmenuzada en muchos trozos. En el solemne acto de recepción de la distinción, a capilla abarrotada, Martínez se acordó de "los hombres y mujeres que han hecho grande a esta Federación", de los 3.000 directivos de labor desinteresada que aún eran 6.000 hace tres años o de lo que ha llovido desde que su equipo tomó el mando de una federación endeudada hasta el desahogo de la situación actual, en la que cuenta con un patrimonio de dos millones de euros.

El premiado en categoría local, el escritor y profesor de llingua asturiana Xosé Lluis Rodríguez Alberdi, agradeció el tributo emocionado y apenas repuesto de la "estupefacción" que experimentó al saberse galardonado por sus paisanos. "Nunca había pasado por mi cabeza que pudiera tener ningún mérito para recibir este reconocimiento", dijo Alberdi, que invitó a los asistentes a imaginar la satisfacción de un hombre que acaba de ser galardonado por algo tan simple como "dedicarme toda la vida a las cosas que más me gustan".