"Intentamos que la gente descubra la historia de su pueblo natal, queremos desempolvar lo que estaba en la memoria y sacarlo a la luz, porque lo que no se ve no existe". Estas eran las palabras de Saturnino Prendes, uno de los componentes de la asociación "Candás marinero", que, después de cuatro meses, ha conseguido presentar su libro "Candás marinero" en el Ayuntamiento. La presentación al público será este viernes, a las 20 horas, en la fábrica de Ortiz. Todos los asistentes serán obsequiados con un libro hasta fin de existencias.

El libro recopila 330 fotografías que resaltan la belleza y la importancia de la mar para la villa candasina. Un homenaje a cientos de marineros que convirtieron la mar en su segunda casa. "Queremos agradecer su ayuda a todas las familias y amigos que desinteresadamente nos han cedido sus fotografías y nos han permitido elaborar este libro, con el que queremos honrar nuestro pasado, siempre desde el cariño, el respeto y la admiración", comentó Tito Aramendi.

Cinco personas se han ocupado de recopilar miles de fotos para dar forma a este libro: José Antonio Gonzalez, Francisco Javier Méndez, Saturnino Prendes y Hermenigildo Fernández, aparte del propio Aramendi, todos ellos amantes de la historia de Candás. Juntos fundaron la asociación "Candás marinero" hace un año con el objetivo de sacar a la luz aquellos recuerdos e historias que permanecen en la memoria de los candasinos y que cren importante preservar y transmitir. Ese patrimonio es lo que aspiran a perpetuar las 248 páginas del libro.

Hay muchas historias de la villa marinera y su concejo, y es que los orígenes de Candás se remontan a hace más de 1.200 años. Diversos documentos sostienen que surgió en torno a un profundo surco que creaba el río Noval, surgiendo primero los barrios del Cueto y de la Cuesta, y las iglesias de Santa Eulalia y de San Félix.

Los marineros, los barcos, la pesca, las conserveras, les muyeres de la paxa, las rederas, el pueblo, la religiosidad, los chigres, las tiendas, las fiestas, la banda de música, el tren, el transporte público y la visión desde Candás desde el cielo conforman un amplio paseo desde 1920 hasta 1970 en un libro que pasará a estar disponible en ayuntamientos, colegios y bibliotecas de varios concejos asturianos.

Otros de los proyectos que la asociación tiene en marcha es el de hacer un recorrido por las zonas rurales. Y es que Candás no sólo mira al mar, sino también al interior. "Hay mucha relación entre el mar y la tierra en Candás, las redes se llevaban a la aldea para cocerlas en cortezas de pinos, eran reparadas por las mujeres y se ponían a secar en los campos. Los marineros realizaban también el famoso trueque, intercambiando sus productos de la mar por alimentos de la tierra", explica Tito Aramendi para concretar esa vinculación.