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Los sierenses urgen a limpiar a fondo el Nora, que amenaza con desbordarse con las lluvias

"Esto está cada vez peor", aseguran los vecinos de Colloto, la Pola y Argüelles, que denuncian la acumulación de maleza y troncos en el cauce

Manuel García señala un tronco en medio del Nora en la Pola. LUCAS BLANCO

Los vecinos de las localidades sierenses próximas al río Nora viven con preocupación la llegada del mal tiempo. La acumulación de basuras, la maleza y sobre todo los grandes troncos y ramas que pueblan el cauce hacen prever que en caso de fuertes lluvias las riadas estén garantizadas, y por ello reclaman que la administración tome medidas antes de que haya que lamentar daños importantes.

Es el caso de Colloto. Desde la senda fluvial de la localidad puede observarse cómo los árboles han poblado buena parte del río y eso se convierte en un caldo de cultivo para tapones que favorezcan las crecidas. "Desde las riadas de hace unos 20 años la vegetación ha ido creciendo sin que nadie tomase medidas", declara el vecino José Ramón Alonso, quien asegura que las únicas labores de acondicionamiento las realiza el ayuntamiento, pero las considera insuficientes. "Esto necesita una limpieza a fondo porque como llueva con fuerza va a ser gorda", apunta un Alonso.

En la misma línea se manifiesta el también vecino de Colloto Eusebio Díaz, que sostiene que sólo se preocupan por mantener el río en buen estado los piragüistas, mientras la administración no toma medida alguna. "Siempre utilizan la excusa de que no hay dinero, pero lo cierto es que cuando lo había nunca hicieron nada tampoco", declara Díaz, que también denuncia los malos olores provocados por las deficiencias en la red de saneamiento. "El caso es que no hacen nada y el Nora cada vez está peor".

En Pola de Siero la situación no es muy diferente. Los paseantes de la zona fluvial aseguran que, si bien ha habido una mejora en lo que se refiere a la acumulación de basuras, el principal problema es la abundancia de troncos que cruzan el cauce de un lado al otro. "La gente intenta limpiarlo, pero para esto hace falta grúas y maquinaria que debería aportar la administración", comenta el paseante Manuel García, que lamenta la poca flexibilidad de la legislación para favorecer la colaboración vecinal. "Hay muchas restricciones, no dejan cortar nada y cada vez hay más maleza", añade.

De todos modos, éste no es un problema único del río Nora. El río Noreña, uno de sus afluentes, presenta también un estado de abandono que inquieta a los vecinos de Argüelles. Estos llevan ya 16 años reclamando una modificación en el puente de La Belga, el cual tiene muy poca altura. Eso, unido a la elevada cantidad de vegetación, hace que las riadas sean habituales y pongan en peligro a los vecinos. "Ya estamos cansados de pedir y que no nos hagan caso, pero deben de ser conscientes de que cuando pase algo la responsabilidad será de alguien", comenta la alcaldesa de barrio de Argüelles Loli Prendes, que señala que hace unos tres años de la última limpieza, que asegura "fue muy superficial".

Por todo ello, los vecinos coinciden en demandar actuaciones urgentes por parte de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). Consideran que estas medidas deberían tomarse al menos en los lugares más conflictivos, que según un informe elaborado por el Ayuntamiento de Siero a raíz de las inundaciones del año 2010 son doce puntos entre Colloto y Los Corros.

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