Pablo Vega Di Risio es desde ayer el nuevo secretario autonómico de la Unión de Guardias Civiles de Asturias, que celebró su segundo congreso en Villaviciosa. Sucede a Ramón Rodríguez Prendes, que ha pasado ha responsabilizarse de la la Secretaría General de esta asociación profesional en el ámbito nacional.

Uno de los grandes retos que persigue el colectivo es la reestructuración del despliegue de las unidades en el Principado. Es decir, reducir el número de cuarteles. Actualmente hay 68 en la región y el plan de restructuración que han elaborado contempla sólo 27. Ramón Rodríguez Prendes y José Manuel Manrique, secretario de prensa, explican que "el despliegue actual es de los años 50". Teniendo en cuenta que las comunicaciones han mejorado y que en Asturias hay 200 agentes menos que hace unos seis años (en España, 9.000) es necesario "concentrar las unidades (cuarteles) para mantenerlas abiertas 24 horas al día". Actualmente, el 90% sólo atienden al público entre 5 y 8 horas al día. El resto del tiempo están cerradas.

Con esta restructuración, además de ampliar la atención al ciudadano, habrá "más agentes en la calle porque se suprimirían los puestos de mando y burocráticos". Así la capacidad de respuesta de los guardias civiles ante una emergencia "sería casi inmediata", razonan. Ahora, "los tiempos de respuesta se están retrasando".

Además, destacan que no tiene sentido que haya dos cuarteles abiertos en localidades como Nava e Infiesto, por poner uno de los muchos ejemplos que hay. De hecho, el primero sólo está abierto unas horas al día. Otra de las mejoras que aportaría esta restructuración es que "al ganar efectivos en la calle, ganamos también servicios que ahora no se dan, como la recogida de denuncias de entidad menor en domicilio", apuntan Manrique y Rodríguez.

En sus ocho años de andadura, la Unión Profesional de Guardia Civiles ha luchado por la defensa de los compañeros en cuestiones disciplinarias o penales, por la puesta en marcha del cuartel de Langreo, construyeron las bases de la asociación creando ocho secretarías comarcales y han organizado cursos de formación. También han visitado los cuarteles de la región para conocer sus necesidades.

Además, ayer entregaron las ayudas de la obra social (unos 3.000 euros) para los hijos discapacitados de los afiliados.