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De París a Santiago pasando por Siero

"Es un honor que nos acompañe", dicen los Amigos del Camino del peregrino francés Jean-Philippe Bonnel, que se sumó al grupo en la tradicional ruta a Oviedo

Parte de los peregrinos que completaron ayer la ruta entre la Pola y Oviedo, a las puertas de la iglesia de San Tirso. FRANCO TORRE

La asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego completó ayer su tradicional peregrinación anual de Pola de Siero a Oviedo. Una marcha en la que participaron más de sesenta personas, pero que además este año tuvo un invitado especial: el peregrino francés Jean-Philippe Bonnel, que inició el Camino en su casa, al norte de París, y que lleva dos meses y medio en ruta.

El peregrino francés pernoctó en la víspera en el albergue de Pola de Siero, tras completar una demoledora jornada en la que quedó a las puertas de una cifra simbólica: los 2.000 kilómetros recorridos.

"Para nosotros es un honor que nos acompañe en esta ruta, porque además, al hacer esta etapa, justo ha superado los 2.000 kilómetros de marcha, cuando estaba aún en tierras sierenses", explica el presidente de la asociación, Manuel Jesús Samartino.

Bonnel, que no habla español, explica que comenzó la ruta en su propia casa, Fresnoy-La-Rivière, una comuna del departamento de l'Oise, situada 70 kilómetros al norte de París. Salió el primero de agosto, y no ha descansado día alguno, recorriendo con profundidad todo el norte de España en su viaje.

Su destino final, de hecho, no es ni siquiera Santiago, ya que el peregrino francés tiene pensado continuar ruta tras presentar sus respetos ante la tumba del santo, y llegar hasta el mismísimo fin del mundo: el cabo Finisterre.

Entre tanto, Bonnel no deja de hacer amigos en su periplo, como los que ha dejado en tierras de Siero y Noreña. Tampoco de conocer nuevos lugares y variantes de la ruta jacobea. Sin ir más lejos, el francés completó ayer el tramo noreñense del Camino, recientemente reconocido, avanzando hacia Argüelles por el camino de Las Viñas.

El francés y el resto de peregrinos que participaron en la ruta de ayer salieron de Pola de Siero a las ocho de la mañana. El grupo llegó a Noreña en torno a las nueve, y tras dirigirse hacia Argüelles siguieron hacia Colloto, donde atravesaron el puente romano. Tras entrar en Oviedo, se dirigieron a la catedral, donde culminó la peregrinación al filo de la una de la tarde.

Completads la caminata, buena parte de los peregrinos, Bonnel incluido, entraron en la iglesia de San Tirso, donde participaron en un oficio religioso. Después, el peregrino francés siguió su incansable camino hacia occidente, y sus compañeros de marcha retornaron a sus casas.

La de ayer fue la novena edición de esta peregrinación entre la Pola y Oviedo, impulsada por Amigos del Camino para reivindicar la ruta jacobea en Siero y Noreña, y que durante años mantuvo vivas las esperanzas de los noreñenses y los de Argüelles para que se reconociese el tramo jacobeo que pasa por ambas localidades, omitido en el trazado oficial.

Además de esta actividad, que cuenta con un buen número de participantes fijos que repiten cada año, Amigos del Camino organiza peregrinaciones por etapas a Santiago y se encarga de gestionar el albergue de peregrinos de Pola de Siero, entre otras actividades.

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