Puede decirse que Eloy Alonso, de Oviedo, y novato en el mundo de las setas, tuyo ayer la suerte del principiante al ser el primero de todo el grupo en localizar y hacerse con la primera seta del día: un boletus. Unas treinta y cinco personas de diferentes lugares de Asturias participaron en una ruta formativa sobre identificación de setas a cargo de Enrique Flórez Álvarez, experto micólogo y residente en el pueblo de La Fociella, en Teverga.
El ovetense acudió con su mujer, Gloria García. Ambos se mostraron encantados con esta iniciativa del Ayuntamiento tevergano, señalando que es un nuevo incentivo para conocer más y mejor todos los rincones de interés con los que cuenta el hermoso concejo del centro de la región. "Nosotros somos grandes aficionados a la montaña y al senderismo. Creemos que esta oferta de enseñar a la gente a identificar setas y además hacerlo en un entorno tan guapo como éste, camino de la Braña de las Cadenas, es una idea estupenda pues, además de aprender algo tan interesante como esto, también nos enseña el concejo y su oferta de naturaleza", señaló Alonso. "Nos enteramos de la convocatoria tras la leer la agenda de LA NUEVA ESPAÑA", añadió.
Lo mismo les sucedió a Montse Gil, Alfredo Martínez y Victoria González, de Candamo, además de otros vecinos llegados de Avilés. El grupo, donde también se encontraban más residentes en Oviedo, como María Luisa Rodríguez, Eduardo Fernández y su hija Marina, además de otros de Castrillón, Gijón e inclusive del Bierzo leonés, estuvo liderado en todo momento por Enrique Flórez Alvarez, que lleva 17 años viviendo en La Fociella y con 50 años de experiencia a sus espaldas en cuanto a micología.
"Soy licenciado en Químicas, ejercí de maestro en Laviana y estuve 25 años trabajando en Cataluña. Cuando pude volver a la tierrina decidí instalarme aquí", señala este hombre que contagió a todos, desde el primer momento, su pasión por las setas y también por los paisajes y rutas de Teverga. Ayer, la ruta a la braña de Las Cadenas fue el lugar elegido para esa "cata de otoño de la naturaleza", tal y como la promocionó el Ayuntamiento. También participaron guías de la Naturaleza como Azucena Roa.
"Mi intención es que la gente conozca cuáles son las setas mortales y las muy tóxicas, es fundamental. En Asturias, entre las mortales, las que más abundan son la amanita phalloides y la paxillus involutus (en crudo), mientras que de las muy tóxicas las que más se da es la amanita pantherina. Hay 12 tipos de setas mortales y 15 muy tóxicas", señala este experto al tiempo que da consejos prácticos sobre la recogida como "el uso correcto de la navaja; envolver en papel de aluminio las setas que desconocemos por si son venenosas y que no caigan sus esporas sobre el resto, y también medirlas. Por ejemplo hay que coger las lepiotas con más de 10 centímetros de diámetro. Jamás más pequeñas, pues las hay de 7 u 8 centímetros que son muy venenosas, e incluso mortales", matizó.
