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Alertan de intentos de envenenamiento de perros en las zonas verdes de la Pola

Voluntarios de colectivos animalistas revisan los parques de la villa tras recibir quejas de varios propietarios afectados

Patricia Castellano buscando bolsas de veneno, ayer, en el parque de la Música de la Pola. LUCAS BLANCO

Varios propietarios de mascotas advierten de que en los últimos días fueron vistas en diversas zonas verdes de Pola de Siero bolsas de veneno que, a su juicio, forman parte de la actuación de algunas personas disconformes con compartir esos espacios con los animales. Unas quejas que son recogidas por el colectivo Espertar Animal de Siero, cuyos voluntarios realizaron sin éxito entre el martes y ayer varias patrullas para buscar dichas sustancias y denunciar los hechos si llegara el caso.

Concretamente, algunos testigos aseguran haberse topado con bolsas de sustancias tóxicas en las diferentes zonas verdes del parque Alfonso X el Sabio, el parque de la Música o los jardines de Siero, si bien de momento sólo se conoce un caso de intoxicación. "Un bóxer de una veterinaria comenzó a encontrarse mal y tras atenderlo echó espuma por la boca y luego una bolsa con veneno", explica la joven Selena García.

Un hecho que encendió todas las alarmas entre los muchos dueños que sacan a sus animales a pasear por estas zonas y que temen que en cualquier despiste los daños sean graves. "En el caso del bóxer es un perro grande y todavía puede soportarlo, pero si lo come un perro pequeño está sentenciado", explica Patricia Castellano, voluntaria de Espertar Animal, que ayer a las nueve y media de la mañana revisó los parques de la Música y Alfonso X el Sabio sin detectar ninguna sustancia. "Es muy probable que al pasar el personal de limpieza lo hayan retirado y por ello tratamos de concienciar a la gente de que denuncie", apunta la voluntaria.

No obstante, los voluntarios piden a los propietarios que evalúen a conciencia cada uno de los pasos, pues también puede ocurrir que en esta época del año haya intoxicaciones por otros motivos. "No sería la primera vez que un perro come una seta rara y se pone enfermo levantando falsas sospechas", puntualizan.

De todos modos, algunas personas sostienen que los intentos de envenenamiento no son nada extraños. Indican que en los últimos tiempos se suceden muchos momentos de tensión entre vecinos con mascotas y los que no las tienen. "Últimamente se aprecia en la Pola una campaña 'antianimales' muy clara", declara la vecina María Vigil, respecto a las continuas quejas de paseantes que critican la creciente cantidad de excrementos en los espacios públicos. "Condenan al animal a pagar la irresponsabilidad del dueño, y eso es muy desacertado", comenta un vecino que a diario sale con su perro a pasear al parque de la Música.

Ante tal situación, los amantes de los animales hacen un llamamiento para que se alerte a la menor sospecha de colocación de veneno en espacios públicos porque sostienen que este tipo de prácticas podrían incluso afectar a los numerosos niños que juegan en los parques locales.

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