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Richter: "En Asturias hay una costa muy rica por la transición entre aguas frías y cálidas"

El público, en la jornada de ayer. MANUEL NOVAL MORO

La riqueza de la costa asturiana es grande, y una parte nada despreciable de la misma se puede apreciar con sólo remangarse un poco los pantalones. Así quedó de manifiesto ayer en el día de clausura de las duodécimas Jornadas de Ecología Marina celebradas entre Candás y Luanco, organizadas por el club de actividades subacuáticas "El Delfín" con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA. Alexandra Richter, profesora de Zoología de la Universidad de Oviedo, habló en la última ponencia, celebrada en Candás, de los "Animales bentónicos del intermareal asturiano" o, lo que es lo mismo, de la fauna que podemos encontrar a simple vista en los fondos del espacio que se inunda y se descubre alternativamente con las mareas.

La presencia de unas especies u otras en la costa nunca es caprichosa. Obedece a numerosos factores, de los cuales el clima y la temperatura del agua están entre los más determinantes. En la costa asturiana, explicó Richter, uno se puede encontrar una gran riqueza de especies. Por ejemplo, la barrena, un bivalvo perforador de rocas, que es una especie protegida. También hay otra especie interesante porque es boreal, de aguas frías, pero tiene en Asturias el límite sur de su distribución; es un caracol llamado "Nucella lapillus". Muy llamativo es el caso de una especie de aguas más cálidas, "Stramonita haemastoma", común a principios del siglo XX, que luego entró en regresión y que, por el cambio climático, está de regreso en la costa asturiana.

Estos animales poco conocidos pero perfectamente reconocibles se unen a anémonas, pulpos, peces, percebes y otras especies más populares de la fauna marina costera. Precisamente, la ponente pretendió con la charla "enseñar a la gente a que reconozca esas otras especies, porque Asturias tiene una costa muy rica". Esa condición tiene mucho que ver con el hecho de que Asturias se encuentra en una zona de transición entre dos provincias biogeográficas: la boreal, situada más al Norte y de aguas frías, y la lusitánica, situada en el entorno de Portugal, de aguas más cálidas. Ese carácter fronterizo da mucha riqueza a la fauna marina regional.

Pero no todo son especies naturalmente asentadas en la marina asturiana. Existen otras invasoras, "introducidas por actividades humanas", como es el caso de la ostra rizada, del género "Crassostrea", que ha invadido el nicho que había dejado la ostra plana, autóctona, cuyas poblaciones naturales casi se han extinguido y se conservan casi exclusivamente en los criaderos. El impacto de dicha ostra podría ser nocivo: "si proliferan mucho, se incrustan en infraestructuras como puertos", apunta la zoóloga. En la costa asturiana, no obstante, todavía no se ha dado el caso.

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