Las brujas andan a sus anchas por tierras sierenses. La Pola y Lugones anticiparon ayer la fiesta de Halloween con sendas celebraciones en las que participaron cientos de niños, mientras que los vecinos de La Fresneda, donde la terrorífica fiesta tiene una raigambre especial, ultimaban los preparativos para afrontar un terrorífico (aunque muy divertido) fin de semana.

Varios centros educativos del concejo abrieron el fuego con sus propias fiestas de Halloween. Una de las más concurridas fue la del colegio de La Ería, en Lugones, en la que participaron cientos de niños y toda la comunidad educativa se implicó en la decoración de pasillos y aulas.

Por la tarde, fue la plaza cubierta de Pola de Siero la que congregó a centenares de brujas, piratas, esqueletos, zombis, hombres lobo, vampiros y todo tipo de seres de ultratumba de todas las edades. La reunión, además, tenía fines solidarios -recaudar dinero para ayudar a los campamentos Sáhara, que han sufrido terribles inundaciones-, y estaba plagada de premios y de sorteos para los animosos participantes.

En paralelo, en La Fresneda se preparaban para una celebración que, en esa localidad, se alargará hasta el lunes. Comercios y establecimientos hosteleros se decoraron para la ocasión, los vecinos hacían acopio de dulces para entregar a los niños y los participantes en el concurso de "Casas encantadas", ocho este año, ultimaban los detalles para mostrar, esta tarde, sus terroríficos diseños.

Por su parte, la asociación de vecinos ha instalado una carpa que ha generado malestar en el seno de la patronal turística, Otea.