Los estudiantes maliayeses piden que se amplíen los horarios de la sala de estudio de la biblioteca municipal y que se insonorice el local. Han iniciado una recogida de firmas para avalar la instancia que harán llegar al Ayuntamiento. Pero el gobierno local ya ha recogido sus peticiones y el alcalde, Alejandro Vega, anunció ayer que la próxima semana ejecutarán la obra para separar la sala infantil. También están estudiando aislar la de estudio, pero se encuentran con problemas técnicos, al igual que buscan una solución para disponer de personal que les permita incrementar los horarios.
La principal queja de los usuarios es que desde que estas dependencias pasaron a la Casa de los Hevia sólo están abiertas de 16.30 a 19.30 horas, por la tarde, que es cuando más la demandan. Consideran que este horario es escaso porque no se ajusta a sus necesidades y creen razonable que se extienda hasta las 22.30 horas. Alfonso Palacio Estrada, portavoz de los universitarios afectados, considera que la petición "es bastante justa para poder aprovechar", pues "se utiliza más a última hora".
Además, muchos usuarios han dejado de acudir porque "para tres horas no te merece la pena ni ir". Por lo que la propuesta que han consensuado es que habrá ininterrumpidamente entre las 8.30 y las 22.30 horas "de forma que toda la población villaviciosina, con distintas circunstancias laborales y familiares y con distintos horarios puedan disfrutar de la sala por igual". Añaden que en época de exámenes debería dar uso hasta durante las 24 horas algunos días.
También se quejan de que los fines de semana y los festivos, cuando los estudiantes tienen más tiempo para poder dedicar a hincar los codos, la sala está cerrada. También quieren poder utilizarla esos días.
Pero mientras consiguen un cambio, muchos de los estudiantes optan por acudir a los centros de estudio de sus facultades o quedarse en casa. Aunque para la mayoría es mucho más cómodo disponer un espacio en Villaviciosa.
Pero, además solicitan al gobierno local que insonorice la sala porque está junto a otra de uso infantil y el ruido inevitable de los niños va en detrimento de la concentración de los universitarios.
"Es triste, que la juventud villaviciosina ya no sólo nos tengamos que desplazarse por ocio, sino que también nos vemos obligados a desplazarnos para poder disfrutar de salas de estudio y bibliotecas con horarios razonables e ininterrumpidos", insiste Palacio, a quien le resulta "más cómodo y eficiente" estudiar en la biblioteca.
