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San Miguel (Siero) reclama la construcción de un centro social

"Hay otras prioridades", señala el Alcalde a los vecinos, que buscan el apoyo de los grupos de la oposición

El equipo directivo de la Asociación de Vecinos de San Miguel, a las puertas del Ayuntamiento. Por la izquierda, César Solís (presidente), Belén Infiesta (secretaria), Sara Escandón (tesorera) y Carmen Canga (vocal). FRANCO TORRE

La asociación de vecinos de San Miguel de la Barreda reclama al Ayuntamiento de Siero la construcción de un centro social en la parroquia. Un equipamiento para el que incluso había prevista una partida económica, pero que los vecinos afirman que no entra en los planes inmediatos del equipo de gobierno.

En concreto, el anterior gobierno local había comprometido un total de 75.000 euros para iniciar la construcción del centro social. De ellos, 40.000 euros estaban destinados a la compra de un terreno privado junto a la iglesia parroquial para ubicar en él este equipamiento. y los otros 35.000 euros al proyecto del centro social.

Con el fin de dar un impulso a la actuación, la directiva de la asociación de vecinos se reunió días atrás con el alcalde de Siero, Ángel García, a quien reclamaron la ejecución de la partida. Pero la reunión no satisfizo a los representantes de los vecinos. "Nos dijo que había otras prioridades", asegura César Solís, que preside la asociación de vecinos de San Miguel.

El alcalde, de hecho, confirma esta afirmación. "Creo que en Siero y en la zona rural, a día de hoy, hay otras prioridades. Antes de plantearnos equipamientos nuevos para la zona rural, nuestra intención es hacer el esfuerzo inversor en materia de saneamientos", afirma García.

El regidor, además, argumenta que en Siero "tenemos un nivel de equipamientos en el municipio muy elevado, que nos come gran parte del presupuesto municipal", e incide en que los vecinos de San Miguel de la Barreda tienen en las cercanías otro equipamiento de estas características, en concreto en la vecina parroquia de Bobes.

Para los vecinos, en cambio, la parálisis del proyecto es "inaceptable", tras varios meses de gestiones y negociaciones. "Se aprobó en un Pleno el 24 de abril y todos los partidos estaban de acuerdo. Iba a estar detrás de la iglesia, incluso logramos que el Obispado diese los accesos. El Ayuntamiento mandó a los técnicos municipales y todo, pero ahora nos encontramos con la oposición del alcalde a construirlo", afirma Solís.

En estos últimos días, la directiva del colectivo vecinal ha contactado con todos los partidos de la oposición para recabar su apoyo a la construcción del equipamiento y así forzar al gobierno local a agilizar su desarrollo. La asociación asegura que todas las fuerzas se han mostrado receptivas a apoyar la construcción del inmueble, y confían en poder encontrar los apoyos necesarios para poder apuntalar el equipamiento.

El colectivo vecinal, además, insiste en que la partida económica había sido aprobada, y exige saber en qué se pretende invertir ese dinero presupuestado.

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