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El Museo Antón, que busca público nuevo, organiza las primeras visitas con empresas

Una veintena de trabajadores de Tudela Veguín descubre la obra del escultor local de la mano de la directora del centro

La directora del museo, Dolores Villameriel, explica a los empresarios la escultura "Maruja". M. G. S.

El Museo Antón quiere "reinventarse". La familia del artista que da nombre al centro escultórico candasín ha propuesto al Ayuntamiento de Carreño captar nuevo público mediante la organización de visitas guiadas para empresas del concejo. La primera en sumarse al proyecto fue, el viernes, la fábrica de cementos Tudela Veguín, ubicada en Aboño. Una veintena de trabajadores, algunos en activo y otros ya jubilados, descubrieron la obra del artista local de la mano de la directora del museo, Dolores Villameriel. La estudiosa dio a conocer detalles curiosos de la vida Antonio Rodríguez "Antón" (1911-1937), considerado por los expertos como "el primer artista del siglo XX en llevar la cultura asturiana a la escultura".

Entre los asistentes estuvo Alberto García, sobrino del escultor y un apasionado de su obra. García trabajó durante más de 50 años en Tudela Veguín, donde dejó, como él mismo dice, grandes amigos. Esos grandes amigos respondieron de forma positiva a su invitación de recorrer el museo de Candás.

"Éste es un día muy importante para la familia de Antón, a la cual represento. Me puse en contacto con alguno de ustedes y la respuesta fue total y satisfactoria. Con esta actividad confío en que podamos abrir las puertas del museo al sector empresarial e industrial del municipio y poder así seguir avanzando en su desarrollo", expresó, justo antes de empezar la visita, aparentemente emocionado.

Sus palabras fueron respaldadas por la Alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández, quien está dispuesta a llevar a la práctica los deseos de la familia del artista local. "Esta visita marca el inicio de una serie de colaboraciones que queremos iniciar con las empresas, ya que hasta ahora la línea divulgativa del museo siempre se centró en los colegios", explicó Fernández, que estuvo acompañada por el concejal Gabriel Rodríguez. La regidora adelantó que la próxima semana recibirán la visita de varios jubilados de una firma del sector automovilístico de Valladolid.

La explicación de Dolores Villameriel fue de lo más interesante. La directora del museo reveló que Antón empezó ya con ocho años a hacer figuras con las migas de pan. Ese don artístico lo llevó poco después al lápiz y también a la escayola. "Sus primeras esculturas son retratos de niños y todos los expertos que han visitado esta sala quedan impresionados con el detalle de la expresión de sus rostros, que son, con diferencia, los más difíciles de reflejar", aseguró. Pero Antón fue un artista precoz, que incluso llegó a diseñar los muebles de casa. "Murió con 26 años y la incógnita que ha dejado es hacía dónde podría haber evolucionado su obra. Porque la que tenemos aquí es la de un gran escultor que estaba aprendiendo y absorbiendo todo lo que veía".

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