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AGUSTÍN GUZMÁN | Jovellanista, ofrece una charla en Nava

"Hay mucho que bucear sobre la relación de Jovellanos con Nava"

"Pagó la dote de su hermana Catalina con la renta del beneficio eclesiástico de la iglesia de San Bartolomé"

Agustín Guzmán. JUAN PLAZA

Mañana se cumplen 204 del fallecimiento de Melchor Gaspar de Jovellanos el 27 de noviembre de 1811. Con motivo del aniversario de su muerte el abogado, historiador, filólogo y jovellanista Agustín Guzmán Sancho da una conferencia en la casa de cultura de Nava, a las 20 horas, para hablar de la vinculación del prócer con el concejo. La charla la promueve el Círculo Cultural de Nava.

-¿Cuál fue la primera vinculación de Jovellanos con la localidad?

-Los primeros ingresos económicos que obtuvo fueron de Nava. Con trece años recibió las primeras órdenes menores y al convertirse en clérigo recibió un beneficio eclesiástico de 1.500 reales al año de la iglesia de San Bartolomé de Nava, que pertenecía al monasterio de las Pelayas de Oviedo y su abadesa, Isabel de Jove Ramírez, era su tía.

-Además, su hermana se casó en Nava.

-Su hermana Catalina se casó con uno de los regidores perpetuos (especie de concejales de la época), José Alonso de Faes. Era viudo y señor de las casas de Villabona, que heredó un hermano y con el que Catalina, cuando enviudó, no se entendió muy bien. No tuvieron hijos.

-¿Eran frecuentes las visitas de Jovellanos a Nava?

-Hay constancia de alguna visita y de que acudió al entierro de su cuñado. Consta una carta, fechada en San Bartolomé, que acredita su presencia. Se sabe que estuvo alguna vez más. Pero después de enviudar, Catalina dejó Nava, con la insistencia de su hermano, que ya estaba en Mallorca. Se fue a vivir a su casa de Gijón, donde falleció.

-En su charla ofrecerá algún dato inédito de los vínculos de Jovellanos con Nava. Adelante alguno.

-Un dato hasta ahora inédito, al menos que yo conozca, es que la dote de Catalina se pagó con la renta del beneficio eclesiástico de Jovellanos de la iglesia de San Bartolomé, que era de 1.500 reales al año. Cuando Catalina se casó Jovellanos recibía otros dos beneficios y al ser menor de edad, tenía 21 años (entonces la mayoría se alcanzaba con 25), sus padres deciden dar una de ellas en dote al marido de Catalina. La dote era de 2.500 ducados, 500 se los dieron en mano y los 2.000 restantes los cobraría a razón de 1.500 reales al año.

-¿Quizá se conoce aún poco de esta relación del prócer con la localidad?

-Estoy trabajando en un artículo que se publicará en la revista del Círculo Cultural de Nava. Se sabe que estuvo en Nava, sobre Catalina, de los Faes... Pero hay mucho que bucear sobre el asunto, está casi inédito.

-Hablará sobre "El alma de Jovellanos. Su ser y su sentir".

-Sabemos que fue economista, poeta, ministro... pero tenía una gran alma pedagoga. Debería estar en los organismo públicos, para que se miren en ella los políticos, la frase que escribió en su diario de: "Haré el bien y evitaré el mal que pueda. Dichoso yo si vuelvo inocente".

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