Los vecinos de la calle de Santa Ana, en Pola de Siero, reclaman al Ayuntamiento la instalación de limitadores de velocidad físicos, concretamente badenes, para obligar a reducir a los conductores que circulan por la vía. Una problemática que se reproduce desde hace tiempo, y que ya ha motivado varios accidentes en la zona, algunos de ellos con daños en las propiedades de los residentes.
El tramo realmente conflictivo es la confluencia de Santa Ana con la carretera de Gijón (AS-248). Tanto los conductores que proceden de la Pola y acceden a la calle como los que, desde Santa Ana, quieren entrar a la plaza de Les Campes por la carretera, tienen que enfrentarse a una curva muy cerrada. Y es en ese momento cuando, explican los vecinos, algunos conductores toman la curva de manera temeraria.
"Pasan como balas, sobre todo los fines de semana. Entran a la calle como si fueran haciendo rallye, tirando de freno de mano", explica uno de los vecinos de Santa Ana. Unas maniobras que han acabado en ocasiones contra los muros de las casas o, incluso, con "excursiones" al jardín de algún propietario.
Los vecinos ya han reclamado medidas al Ayuntamiento de Siero: "Se necesitan badenes, algo que les obligue a frenar, porque cuando oímos los motores por la noche sentimos ya pavor. Cualquier día vamos a tener una desgracia", explican dos residentes.
