El "Drácula" de Coppola nada tendría que hacer ahora si volviera, un mes después, a buscar acomodo entre las paredes de la iglesia (desacralizada) de Santa Bárbara de Coruño, en pleno polígono de Silvota (Llanera). El ambiente oscuro y tenebroso que acogió el pase de la película del cineasta con motivo de los premios "Princesa de Asturias" ha dado paso a los vistosos colores de Okuda San Miguel.
Este artista multidisciplinar está entregado estos días a un proyecto que lo atrajo desde el primer momento y ha cambiado de forma radical el interior de la capilla. Un día se encontró en internet imágenes del templo y se enamoró al instante del espacio. No tardó en buscar la forma de plasmar allí su arte. "Cuando lo vi por primera vez, me dije: necesito hacerlo, y me he empecinado hasta que se ha hecho; normalmente es al revés. Para todos los proyectos que hago, casi todos fuera de España, me llaman, voy y está todo en su sitio, colocado y preparado. Aquí es al revés, me enamoré del lugar y vine a conocerlo en Semana Santa", explica.
Después empezó a trabajar con el equipo de Iam Gallery, de Madrid, para conseguir patrocinar la intervención en la iglesia -sede habitual de skaters-, buscaron marcas y decidieron optar a financiación popular o crowdfunding: "No sólo era una opción para conseguir dinero más rápido, sino también engrandecía el proyecto. Hemos ofrecido unos elementos exclusivos: unas vidrieras, un libro, unas tablas de patín, que nunca había hecho".
Finalmente se alcanzaron los acuerdos y se consiguieron los permisos para actuar. El lunes de esta semana comenzaron los trabajos. Respecto a su propuesta, tenía muy claro desde un primer momento el título que le pondría, "Kaos Temple", por una serie de obras que viene realizando hace tiempo con el título "Kaos Star". Según sus propias palabras, "una especie de rosas de los vientos asimétricas" que dan "la parte más positiva de la palabra kaos que se puede transmitir; no tiene ninguna connotación negativa en este caso, sino todo lo contrario".
En un principio iban a ir dos estrellas en la parte alta, una de ellas en el altar, pero, finalmente, como el edificio tiene muchas arterias y para respetar la arquitectura clásica y propiciar un diálogo y un contraste con la pintura contemporánea, decidió poner las estrellas en las esquinas. Okuda considera esta obra como la más importante que ha hecho hasta el momento, debido al soporte. "Por eso, además de incluir 'Kaos Star' he decidido incluir aquí toda mi iconografía, un despliegue de todo lo que hago", explica.
Por otra parte, al tratarse de un edificio que tuvo un uso religioso, se ha inspirado mucho en otras culturas por las que ha viajado, como La India, donde los dioses son los animales.
"Mi iconografía habla mucho de lo humano, lo animal, la modernidad, las raíces. Creo que es el lugar perfecto para hablar de esto, y es una forma de decir que en cierto modo todo es lo mismo, Dios somos todos, da igual la religión que sea, son distintas maneras de interpretar lo mismo", explica. Para su trabajo ha contado con la colaboración de tres artistas asistentes: Mr. Piro, Antonyo Marest y Pablo Hatt. Además de la pintura en todas las paredes y el techo, con las formas geométricas y los colores característicos de este artista, ha diseñado también tres vidrieras que se colocarán en los vanos de la pared del altar.
La obra estará lista a finales de esta semana, y el día 10 de diciembre habrá una inauguración. Para Okuda, esta obra es especial, además, por la cercanía del espacio. "Yo soy de Santander, y llevo los últimos años viajando por todo el mundo, casi todos los proyectos que hago son fuera de España, y de repente puedo volver aquí, cerca de casa, pueden venir mis padres, me gusta mucho. Además, mi madre es asturiana y eso en cierto modo me toca un poco el corazón"
