Es difícil enseñar historia a los niños de menos de tres años. Difícil pero no imposible, y más si esa historia está relacionada con un medio tan atractivo como el ferrocarril. La educadora de la escuela de primer ciclo de Educación Infantil de Posada de Llanera, Ana Alex Neila, escribió una historia sobre la línea de ferrocarril de Villabona para contársela a los niños con un teatro de guiñol junto a otra de las educadoras, Beatriz Campomanes.

"Queríamos que los niños supieran la historia, y que se la contasen de forma divertida personajes cercanos, de una manera diferente", explica la autora del relato, que cuenta cómo un niño y una niña se encuentran con un maquinista que les habla de su oficio y de cómo se les ocurrió a unos señores construir la línea. "¿Y si construimos una línea ferroviaria en Llanera? Así el tren podrá llevar el carbón que sacamos de las minas hacia el mar", dice uno de los personajes.

Y el maquinista explica; "Tardaron muchos años en empezar la obra de la línea ferroviaria, y cuando la terminaron hicieron una gran fiesta a la que fue todo el mundo. Tiempo después, hace ahora 125 años, aquí en Llanera, la línea de trenes no solo servía para llevar el carbón hasta el mar, también servía para llevar a la gente de un sitio a otro. El tren recorría Villabona, Avilés y San Juan de Nieva con sus vagones llenos de pasajeros".

La obra concluye con una versión libre de la conocida canción de Loquillo, convertida en : "Yo para ser feliz quiero un vagón". Los niños escucharon todo el relato muy atentos y entusiasmados con el ferrocarril.

El centro se sumaba con esta iniciativa a las actividades de "A pie de andén", la conmemoración del 125.º aniversario de la línea de ferrocarril. Y hubo más acciones con el ferrocarril como temática. Al coincidir las jornadas ferroviarias con la semana de la prevención de residuos organizada por Cogersa, el centro aunó las dos iniciativas en varias actividades.

En una de ellas, se elaboraron cuadros con material reciclado en los que aparecían distintos tipos de trenes para que los alumnos los reconocieran: de mercancías y de pasajeros; eléctricos y de vapor, el AVE, etcétera.

Y para el módulo de los más pequeños se construyó un tren, con su máquina y sus vagones, todo elaborado también con material reciclado, en el que los niños pudieron subirse y disfrutar de un viaje dentro del aula.