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Los callos, mejor de día

Las jornadas de la matanza consolidan su gran aceptación en el concejo, "sobre todo de los menús, aunque por la noche baja un poco", apuntan los hosteleros

Kike Blanco, Tino Montes y Tino Pulgar, comiendo los callos. MANUEL NOVAL MORO

"Está buenísimo, esto es para repetir". Así de rotundo y entusiasmado se mostraba el ovetense Tino Montes ayer mientras daba cuenta de un plato de callos en la sidrería La Llera, en Posada de Llanera. Participaba como comensal, junto a otros dos amigos, Kike Blanco, de Llanes, y Tino Pulgar, de Langreo, en la séptima edición de las Jornadas de la Matanza de Llanera, organizadas por la asociación de hosteleros Otea Llanera con la participación de diez establecimientos.

En el caso de estos tres amigos, son asiduos del municipio. Son pilotos de ultraligero y suelen venir a menudo a La Morgal para subirse a los aparatos y surcar el cielo. En esta ocasión, tras su aventura, tenían el premio añadido de una comida sabrosa y abundante a la vuelta del viaje. "Vinimos de sobrevolar Asturias hasta Llanes por la mañana y estamos aquí para reponer fuerzas", explicaron.

Y no hay esfuerzo que no pueda reparar este menú degustación: pote asturiano, patatas rellenas de picadillo, callos caseros, adobu con patatines, postre casero y vino de crianza. Todo ello por el precio de veinte euros.

Las jornadas están teniendo un éxito considerable en la mayoría de los establecimientos. La propietaria y cocinera de La Llera, Carmen Iglesias, explicaba que ha habido "más o menos la misma gente que el año pasado", y que las jornadas funcionan, sobre todo, al mediodía.

"Por la noche baja un poco, pero por el día viene mucha gente, a la hora de comer los menús están funcionando muy bien", aseguró.

Por su parte, Chema Ramos, del restaurante Michem, de Villabona, dijo que las jornadas han comenzado muy bien en sus tres primeros días del puente de la Constitución y la Inmaculada. "Hasta ahora están siendo un éxito rotundo", afirmó.

Y eso que, como precisa Jonathan Aparicio, de la sidrería Mayte, de Lugo de Llanera, el puente puede llegar a ser un arma de doble filo: "Es cierto que puede venirte gente de fuera, pero también pasa que mucha gente que es cliente habitual hizo planes para estos días y se fue".

Pero no todo el mundo eligió el puente para irse. Hubo quien prefirió probar lo de casa y en casa. Ese fue el caso de cuatro llanerenses que probaron el menú en la sidrería Mayte: Armando García Jardón, de Lugo, y Araceli Díaz, Ana María Martínez y Pepita Álvarez.

"Aunque somos clientes habituales, no siempre podíamos estar para lo de la matanza, esta es la primera vez que venimos y nos parece muy buena idea", sentencia Araceli Díaz.

Todos los platos parecen tener una aceptación pareja, pero si hubiera que elegir uno, tal vez los callos sean los que más éxito tienen. Así es en el caso de estos cuatro vecinos de Llanera. "Está muy bueno todo, pero sobre todo los callos", confirman.

Desde el primer momento, los organizadores de las jornadas adelantaban que, dada la época del año, la comida sería consistente y copiosa, y los comensales lo han podido comprobar. "Comes un poco de todo, pero al final te llena mucho, vaya si llena", aseguraba Pepita Álvarez.

Las jornadas se han consolidado, después de siete años, como una de las citas gastronómicas ineludibles del puente de la Constitución en el centro de Asturias, y es casi imposible encontrarse comensales que se hayan ido insatisfechos tras la experiencia.

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