"Estoy muy contento e impresionado del resultado". Así de rotundo se mostraba ayer el artista multidisciplinar cántabro Okuda San Miguel al ver el resultado de su trabajo en la iglesia desacralizada de Santa Bárbara de Coruño, situada en el polígono de Asipo, en Llanera, y convertida desde hace cinco años en un "skate park" por el colectivo "Church Brigade".
Okuda descubrió este espacio en internet y se puso en contacto con sus propietarios para trabajar en su interior. Finalmente lo ha conseguido, gracias a que consiguió varios patrocinadores y a una campaña de suscripción popular ("crowdfunding"). Sus pinturas, cargadas de colorido y simbolismo, ocupan las paredes y la cúpula de la iglesia, y los skaters, tras su intervención, pueden presumir de practicar en una rampa situada en uno de los lugares más originales que existen.
Okuda ha insistido desde un principio en que este es, quizá, su trabajo más importante, sobre todo por el espacio en el que lo ha realizado. "Aquí se unen dos mundos en un principio opuestos, las formas clásicas y el arte contemporáneo", dijo, "y además porque son pocos los artistas que tienen una iglesia para ellos".
Al margen del trabajo con la pintura, donde ha dejado reflejada, de forma intencionada, toda su iconografía, Okuda ha diseñado las vidrieras con las que se cubriran los vanos de la parte del altar, que para él suponen "el nexo de unión entre lo contemporáneo y lo clásico". Él había trabajado antes el vidrio, pero nunca, como en esta ocasión, para dejarlo colocado en un lugar tan singular.
El proyecto artístico ha sido titulado "Kaos Temple", y desarrollado a partir de su obra "Kaos Star", una rosa de los vientos asimétrica que ha servido la principal referencia. No faltan los trazos geométricos tan propios de la obra de Okuda, y también está muy presente la iconografía animal, inspirada por culturas como la de la India, donde los animales representan, en muchos casos, a los propios dioses. Es una manera, según el artista, de enlazar su obra con el uso originario que tenía el actual parque de skate.
Próximamente, el artista cántabro tiene previsto publicar un libro en el que aparecerá una secuencia de su trabajo en esta obra, en la mitad de la publicación; la otra mitad estará dedicada a su obra de los últimos cinco años. "Estos han sido los años más productivos, y con las obras más importantes, que culminan con la de esta iglesia", señaló. Para la ocasión ha presentado unas tablas de patín con sus propios diseños, algo en lo que, hasta ahora, no había trabajado. La iglesia de Coruño se abre hoy al público en un acto oficial a las doce del mediodía, con la presencia del propio Okuda San Miguel y también del conocido skater Danny León, uno de los más prestigiosos de la actualidad, que practicará en las rampas del templo recién transformado. El propio León visitaba ayer el lugar para grabar un vídeo promocional y probar por primera vez sus rampas.
La presentación de hoy contará, asimismo, con la presencia de representantes del colectivo "Church Brigade" y de Iam Gallery/Ink and Movement, con la que trabaja el artista. El representante del colectivo propietario de la iglesia, Ernesto Fernández Rey, se mostró satisfecho con la nueva estética y el prestigio que le da al edificio la intervención de Okuda. "Antes esto se conocía por el patín, y ahora se conocerá también por lo que ha hecho Okuda", dijo, si bien aseguró que la obra "no surgió con esa pretensión; simplemente, él vio el sitio, le gustó y planteó hacerlo".
De hecho, hasta la intervención de Okuda habían trabajado en el templo otros artistas, y el colectivo está abierto a poner a disposición otras paredes de la iglesia "si surgen más proyectos y hay otros artistas interesados".
"Church Brigade" es un club privado, formado por una decena de socios provenientes de toda Asturias. Ernesto Fernández dijo que en un principio, está abierto a quien quiera unirse a él.
