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El alto consumo de aditivos químicos en alimentos genera alergias, avisan los expertos

"Cuanta más información sobre un producto, mejor", dice Conchi Rodríguez

Conchi Rodríguez explica a los asistentes al taller los aditivos más comunes que se emplean en los alimentos.

El consumo abusivo de aditivos químicos -presentes en gran cantidad de alimentos procesados- puede generar hiperactividad y reacciones alérgicas. Así lo advirtió ayer en Candás la técnico responsable del Centro de Formación para el Consumo de Vegadeo, Conchi Rodríguez, durante la celebración de un taller titulado "¿Sabes lo que comes?". Rodríguez recomienda consultar en todo momento el etiquetado de los productos que metemos en el carro de la compra. No obstante, asegura que los consumidores asturianos "cada vez están más concienciados" en esta materia. "Cuanta más información tengamos sobre los productos, mucho mejor. De esta forma podremos saber por ejemplo si un alimento se ha hecho con aceite de palma o no", comentó en la Casa de Encuentros de las Mujeres de Carreño, que este mes es sede de las jornadas "Carreño se cuida", enmarcadas en el Plan Municipal sobre Drogas.

Durante la actividad, Conchi Rodríguez demostró a los participantes cómo interpretar el etiquetado de cada producto y cuáles son los aditivos más comunes. En este sentido, reflexionó sobre la sustitución de los aditivos químicos por los naturales. "En la medida de lo posible, las empresas deberían hacer un esfuerzo por incluir el zumo de limón como antioxidante, y cambiar las gelatinas industriales por las de origen animal o vegetal. Está, por ejemplo, la gelatina que se saca del cerdo o la que se obtiene a partir de las algas: el agar agar", explicó.

"En algunos casos estos aditivos no se pueden emplear por cuestiones de conservación -los químicos aguantan más-, pero hay que justificar siempre muy bien el uso de componentes químicos", agregó. Los expertos indican que el consumo de estas sustancias han aumentado en nuestra dieta, ya que hay más productos precocinados.

Por otro lado, Conchi Rodríguez aplaudió el cambio de la normativa europea de etiquetado, introducido a finales de 2014. "Fue un paso importante, porque ahora la industria está obligada a señalar todos los aditivos que utiliza. Pero falta en mi opinión más información sobre el origen de los alimentos. En la mayoría de los casos, se pone la dirección de la fábrica de envasados, pero no de dónde se hizo", señaló.

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