Una de las principales luchas de los vecinos de la parroquia de Arlós es la iglesia románica de Santiago. "Hay que seguir insistiendo en que nos la arreglen. Tenemos la iglesia paralizada, hasta ahora nadie nos la ha arreglado, nadie nos hace caso, principalmente porque cuesta mucho", asegura Irene Alonso, una vecina de la zona.

Hace unos años hubo un conato de rehabilitación que, al parecer, no se hizo siguiendo las directrices correctas para un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y que, finalmente, fue paralizado.

Este arreglo, que incluyó una sobrecubierta supuestamente para proteger la portada románica de la intemperie, no fue ni siquiera acertado para conservar mejor el templo. Al menos, eso es lo que sostienen los vecinos. "Por lo visto, la puerta se está deteriorando más por lo que le hicieron. Lo que tenía antes de la reforma lo protegía más de los temporales. Cuando la iglesia es de hace tanto tiempo y se conservó durante tantos años tenemos que pensar que los que la construyeron sabían lo que hacían", defiende la vecina.

Desde hace años se han hecho algunos trabajos para tratar de recuperar el templo ante las malas condiciones en las que se encuentra, pero hasta ahora no ha habido una obra definitiva que contribuya a asentar adecuadamente la estructura de la iglesia.