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La misa del salto del gallo en Lugones

El ave se escapa de la cesta en plena homilía del Arzobispo, que comparó los Evangelios que anuncian la llegada de Jesús con una portada de periódico

Jesús Sanz, dirigiéndose a los feligreses junto al gallo, durante la misa de Nochebuena, en Lugones. L. B.

El gallo no faltó a su misa en la medianoche del jueves en Lugones. Y fue, además, el protagonista con su constante aleteo e inquietud, con permiso del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que acudió este año a la parroquia de San Félix a oficiar la tradicional misa de Nochebuena ante un centenar de personas. El ave, con un salto inesperado, protagonizó la anécdota de la celebración religiosa.

El propio Sanz Montes se tomó con humor el hecho de que el ave participase en la liturgia, colocado en una cesta. "Esperemos que esto no termine en safari", declaró monseñor, provocando las risas de los asistentes en una presentación en la que explicó sus motivos para asistir a la clásica misa navideña en la localidad sierense. "Tenía varias opciones, pero cuando me invitó el párroco no me lo pensé dos veces", señaló el prelado.

Fue precisamente durante la homilía del arzobispo cuando el animal saltó por sorpresa provocando cierto revuelo en el templo. "Prubín, es normal que esté alterado", comentó Sanz que luego reconoció haberse perdido en su intervención y precisó de unos segundos para retomar el hilo, mientras una feligresa se encargaba de hilar también la cesta en la que se encontraba el gallo para tratar de evitar que este volviera a escaparse.

Ya centrado, el Arzobispo llamó a vivir la Navidad sin olvidar los motivos que dieron inicio a esta festividad. "Las fiestas deben ser la afirmación creciente de que vino con nosotros para algo", apuntó, poco después de describir los Evangelios en los que se anuncia el nacimiento de Jesús como "una portada de periódico que conocemos ahora, pero adaptada a aquellos tiempos".

Por otro lado, aseguró que Dios no vino a vivir entre los hombres "ni de listo, ni de poderoso, ni de guerrillero", sino para "estar a nuestro lado" y puso de ejemplo una vivencia personal para ejemplificar lo que significa Jesús para los cristianos. "Cuando tenía 5 años hubo un apagón, sentí miedo, pero mi madre me dijo que estaba allí y no temiera y me tranquilicé", recordó Sanz Montes para luego aclarar que "la circunstancia no cambió, pero sí el cómo afrontarla", indicó, para luego asemejar esa situación particular con lo que Dios supone a las personas para afrontar muchas de sus adversidades.

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