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Nochebuena al pie del cañón en Logrezana

Manolo Villanueva, uno de los 92 trabajadores del encierro de Fahime, cocina pitu caleya para sus compañeros en la fábrica "Los vecinos vienen todos los días con comida", aseguran

Un grupo de trabajadores en "La cocina de Manolo", en las instalaciones de la empresa en Logrezana. M. G. S.

A sus 59 años, Manolo Villanueva ha dejado el torno por los fogones. Este gijonés se ha convertido en el cocinero oficial de Fahime, una empresa dedicada a la fabricación de bienes de equipo para el sector hidráulico y mecánico, que en octubre presentó un expediente de extinción de contratos para toda la plantilla. Desde entonces, sus 92 trabajadores mantienen un encierro indefinido en las instalaciones del polígono industrial de Logrezana, donde el jueves pasaron la cena de Nochebuena y ayer la comida de Navidad.

Manolo Villanueva preparó en los fogones de la fábrica un menú de lo más especial: de primero, pitu caleya con patatas y guisantes, y de postre, un surtido de pasteles, "cortesía de la heladería Helio Hermanos". "Tenemos comida para regalar, todos los días vienen vecinos con bolsas y eso es de agradecer", dicen reunidos en torno a "La cocina de Manolo", como así han bautizado una pequeña estructura con fogones, papel de aluminio y bombonas de gas.

"Aquí no nos aburrimos", comenta el candasín Juan Guillermo Iturrioz mientras muestra en su teléfono móvil un vídeo de la Nochebuena, en la que salen algunos de sus compañeros contando chistes. Desde hace 55 días, todos ellos, organizados en cuatro turnos, pasan las noches en la planta carreñense. "Algunos duermen mejor que otros, porque tienen colchones hinchables, pero bueno nos arreglamos bastante bien. Lo único el gallo de la vecina que nos despierta siempre", dice Herminio Viña. Ninguno pierde la sonrisa y menos aún la esperanza, pese haber quedado en el paro. La plantilla está dispuesta a quemar hasta el último cartucho con tal de que la fábrica "no se desmorone".

Por ello, el próximo miércoles, día 30, se concentrará en Candás. La salida será a las seis menos cuarto de la tarde desde la estación de tren para terminar media hora después frente al Ayuntamiento, donde leerán un manifiesto durante el Pleno. "El objetivo es hacer ruido y recabar el apoyo de los vecinos de Carreño. Creemos que el cierre de Fahime les afecta directamente a ellos, ya que merma su tejido industrial y muchos de los trabajadores son candasinos", expresa Jerónimo Fernández, secretario general de MCA- UGT en la fábrica. Con la marcha, los empleados también exigirán al Ayuntamiento "que presione un poco más" y consiga abrir una investigación a la empresa. "Creemos que se han hecho cosas mal y quizá el equipo de gobierno no pueda hacer nada, pero sí llevar el asunto al Principado e incluso a la Fiscalía", sostienen Jerónimo Fernández y Herminio Viña.

La ronda de contactos que se comprometió a iniciar el director general de Industria, Ángel Colunga, continúa, pero sigue sin dar sus frutos. La elevada deuda (9 millones de euros) frena a los inversores a la hora de lanzarse a comprar la empresa. Mientras, la dirección ya ha comenzado a vender parte del equipamiento. "Por un lado, dicen que cierra y por otro, hacen negocio con las máquinas", se quejan los trabajadores. Los sindicatos impugnaron el ERE, cuyo fallo se conocerá el 14 de enero. "Tenemos esperanzas de que nos den la razón; por ello estamos luchando y mantendremos el encierro hasta que no nos den una solución", reivindica Juan Guillermo Iturrioz. Además, este lunes se celebrará una vista en Oviedo para pedir medidas cautelares por la venta de equipamiento.

A la espera de buenas noticias, la plantilla recibe el apoyo constante de sindicatos y de políticos. Precisamente en Nochebuena estuvieron los representantes de MCA- UGT, Eduardo Donaire, y de CC OO, Damián Manzano, así como del equipo de gobierno de Carreño.

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