Medidas urgentes. Es lo que requiere la Senda del Oso en opinión de los alcaldes de los valles del Trubia (Santa Adriano, Proaza, Quirós y Teverga) y agentes turísticos, motores de la economía de la zona junto con la producción agroganadera. El argayo que cayó en la Senda Verde en Santo Adriano, que conecta con el principio de la Senda del Oso, ha servido para ver las necesidades de una vía que es el pulmón económico de la zona. Ayer mismo, la Dirección General de Recursos Naturales del Principado de Asturias retiró las rocas caídas y limpió la zona, que ya está abierta al público.
El desprendimiento, ubicado entre los puentes de las localidades de Tuñón y San Andrés (Oviedo), sorprendió a los senderistas que disfrutaron ayer del entorno. "Hemos pensado que podríamos seguir un rato más antes de irnos a comer pero nos sorprendieron las piedras", señaló Laia Casals, turista de Valencia.
Por suerte, el argayo estaba a unos veinte metros del inicio de la senda y no les hizo falta a paseantes y ciclistas recorrer una gran distancia. También la familia Gata Pulgar de Madrid se encontró el desprendimiento. "Vamos dando un paseo pero lo que queremos es ver los osos", explicó Isidro Pulgar mirando a sus dos hijas pequeñas, Irene y Ana. "La senda está muy bien porque a las niñas les atrae y no es lo mismo que llevarlas a Cudillero", precisó.
Lo cierto es que la Senda del Oso es uno de los recursos turísticos más destacados de Asturias gracias a "Paca", "Tola", "Molinera" y "Furaco". Por eso, cada vez que se producen desperfectos el sector turístico y hostelero se resiente. "Depende de la temporada, ahora es temporada baja y la incidencia es pequeña porque además está al principio de la senda, pero si pasa en primavera o verano se nota mucho", explica Juan Carlos Forcelledo, presidente de la asociación de turismo y hostelería de Proaza y Santo Adriano. "Si eso ocurre donde están las osas, se paraliza la senda", advierte.
Los empresarios del sector acometieron hace dos años limpiezas en varios tramos del itinerario y, ahora, apoyan a los ayuntamientos en su reclamación de mejoras para la senda. "Últimamente está muy deteriorada y deberían ponerle un poco de atención porque si no, no habrá manera de mantener el turismo", señala Melquíades Amores, miembro del colectivo de hosteleros de Teverga.
De hecho, este mes los alcaldes se reunieron con el Principado de Asturias y la Fundación Oso de Asturias (FOA) para determinar las principales necesidades. Según un estudio de la organización, la Senda del Oso necesita una inversión aproximada de 200.000 euros que afecta a los desprendimientos, mejoras de muros, escolleras, vallas y pavimentación, así como la necesidad de material antideslizante en los puentes.
La memoria fue realizada por el director de FOA, Pepín Tuñón, y "sirve como punto de partida para determinar las necesidades, nosotros estamos instalados en el territorio y todos debemos poner de nuestra parte para tenerla en condiciones". Unas mejoras que ahora estudia el Principado y que comenzarán con las necesidades más urgentes, como mantenimiento del firme, de las barandillas o reforma de la señalización.
Y es que la Senda del Oso es imprescindible para la supervivencia de los concejos de la comarca. Según el Alcalde de Santo Adriano, Jesús Muñiz (PSOE), "es fundamental, es el tractor de la economía del valle entero y es lo que más tira de él".
El regidor agradece la rapidez del Principado en la retirada de las rocas del argayo que la une con la Senda Verde, que permitirá desde hoy el tránsito de paseantes y ciclistas.
