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"Son buena gente", afirma el hijo de la pareja de la pelea por unas colmenas

"Mi madre se metió para defender a mi padre", sostiene el joven sobre la discusión de dos familias en Pravia

"Lo de los palos fue al revés". Eso afirma J.C. I., hijo de la mujer que denunció a sus vecinos por una supuesta agresión en la localidad de Prada (Pravia) durante una discusión a cuenta de unas colmenas el pasado domingo. Una pelea que terminó con la mujer, M.I., en el ambulatorio con doce grapas en la cabeza y con su marido, R. C., en el Hospital San Agustín de Avilés intervenido por un brazo roto. "Fue una discusión que terminó en las manos por motivos de ahora y de antes".

Según la versión del chico, que dormía en casa cuando sucedieron los hechos, sus padres regresaban de llevar el ganado a las fincas cuando I. A., padre de A.A. (propietario de las colmenas que han sido denunciadas por la mujer), se acercó a ellos para cuestionarles por qué habían denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en relación a la producción apícola de su hijo. "Lo empujó y lo tiró al suelo y al levantarse mi padre, se agarraron", detalla.

En ese momento, su madre alertó a la Benemérita. Entre tanto, el dueño de las colmenas llegó. "Vino con un palo, mi madre tenía uno en la mano porque venía de cuidar las vacas, pero no le pegó. Entonces el hijo le dio a mi padre y él se defendió con los brazos y ahí fue cuando se metió mi madre y le dio un palo en la cabeza", explica el hijo del matrimonio.

Como resultado, la mujer fue enviada al centro de salud de Pravia y su esposo fue intervenido en el hospital avilesino, donde le introdujeron una aguja para soldar el hueso. "Si no cura, tendrá una segunda operación", añadió. El joven mantiene que están muy disgustados en casa y desea que el enfrentamiento termine ya: "No me va la violencia y ellos no son mala gente pero por unas cosas y otras llegaron a las manos".

Al parece el enfrentamiento comenzó hace años por unos problemas de paso a unas fincas y continuó con una denuncia por parte de M. I., en la que acusaba a A.A. de realizar prácticas de tiro en su finca, explica el joven. La enemistad se agudizó a cuenta de las colmenas de abejas. "Mi madre los denunció al Seprona porque no podemos plantar en una finca, porque están cerca las abejas. El domingo iba a ir una patrulla a mirarlas", comenta. El joven espera que se resuelva todo en el juicio y los problemas acaben.

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