Los trabajadores de la empresa Fahime, cuyos 92 puestos de trabajo están en peligro debido a un ERE de extinción presentado por la dirección, se manifestaron ayer por las calles de Candás hasta recalar en la sede del Consistorio, donde intervinieron antes de que se celebrase la sesión plenaria. Pidieron a todos los grupos que tomen "todas las iniciativas oportunas y que activen los mecanismos necesarios que tengan a su alcance para garantizar la continuidad de la compañía y el mantenimiento de los puestos de trabajo", ya que, con el cierre "no solo desaparecen 92 empleos directos, sino también supondrá la pérdida de 30 años de trayectoria de crecimiento, saber hacer y especialización en un campo, la hidráulica, que podría desaparecer con ella en nuestra región".