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Una colección de Rey Mago en Grado

"La gente viene a verlos y flipa", asegura el moscón Fernando Fernández Arias, que guarda con mimo en su garaje más de mil juguetes, algunos de hace 60 años

Aviones y vehículos de guerra de la década de los 70. S. ARIAS

Todos los regalos de los Reyes Magos de una vida caben en un garaje de Grado. Desde las muñecas Mariquita Pérez de los años cincuenta del pasado siglo hasta los Mazinger Z de los setenta a los Pin y Pon de la década de los noventa son algunos de los más de mil juguetes que guarda, repara y colecciona el moscón Fernando Fernández Arias. Un "Museo de la pijada", como lo ha bautizado, donde los niños pueden descubrir los juegos de antes y donde los mayores suelen perder el tiempo disfrutando de los recuerdos de la infancia. "La gente viene a verlo y flipa con todo, el otro día una chica estuvo media hora entretenida con las Barriguitas", señala.

Arias comenzó guardando los juguetes de su infancia, muchos hechos en madera por su abuelo. Luego comenzó a conservar los de sus hijos, que "eran muy curiosos y están todos en perfecto estado", y ahora compra en mercados de antigüedades nuevas piezas que sumar a su colección. Puzles, juegos de mesa, máquinas de tren, bicicletas, un Scalextric y todo el equipamiento de la Barbie, por ejemplo. "Ahora mismo está un poco desordenado porque estoy colocando nuevas baldas para ampliar la colección", comenta.

El coleccionista moscón pasa largas tardes en el garaje limpiando y reparando juguetes. Y ninguno se le pone por delante, tanto trabaja piezas antiguas de hojalata como coloca las cabezas de plástico a las muñecas. Todo al detalle para que la colección luzca como nueva.

Para Arias, una de las partes que más disfruta es la dedicada a los juguetes antiguos, pero también le encanta la sección dedicada a Playmobil, donde tiene cientos de muñecos, el barco pirata o la estación de policía.

Además hay peluches, carricoches para los muñecos, cocinitas, centros de limpieza y planchado y la tienda de ultramarinos. Y es que bajar al garaje de Arias es como iniciar un viaje al pasado, a los más tiernos recuerdos de infancia. Son ya muchos los moscones que han pasado por el "Museo de la pijada" y si los Reyes Magos olvidan algún regalo tienen un lugar donde tomar prestado algún detalle.

El moscón asegura que le encanta mostrar su colección al público, donde también hay periódicos, cómics, objetos antiguos o una amplia representación de la evolución de los ordenadores y teléfonos móviles. "Cualquiera que lo quiera visitar sólo tiene que ponerse en contacto conmigo", dice.

Esta pasada noche, Gaspar, Melchor y Baltasar volvieron a dejar nuevos juguetes a los niños de Grado. Y quien sabe si, con las prisas, olvidaron algún encargo y tiraron de la colección de Nando. Variedad no le falta.

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