"No es algo nuevo, parte desde el minuto cero porque (Antonio) Rey nunca aceptó que yo fuese el candidato y a partir de ese momento siempre trató de poner freno a la labor del grupo municipal". El portavoz municipal del PP de Grado, José Ramón González, ha abierto la caja de los truenos y tras meses de silencio cuenta lo que hasta ahora ha sido un secreto a voces: la división interna del partido, entre la junta local y el grupo municipal. Él y los tres concejales estudian el abandono de la formación política y pasar al grupo de no adscritos ante las desavenencias con el presidente de la junta y exalcalde, Antonio Rey.
"No es lo que queremos, porque tenemos un compromiso con el partido y con los electores, pero si con el partido no se puede mantener, lo que nunca vamos a hacer es romper nuestro compromiso con los vecinos", asegura. Según González, la relación entre los miembros de la junta local y el grupo municipal no existe. No hay trato.
González considera que el enfrentamiento surge a raíz de que Rey no consiguió que José Manuel Puente, quien fuera su mano derecha en anterior gobierno, se convirtiese en el candidato local en mayo. Unos comicios que el PP perdió y tras los que se produjo la destitución de la secretaria general del partido, Natividad Castrillo, vinculada al sector de González. "Fue un pulso en aras de aislar al grupo municipal y mostrar su fortaleza", detalla.
En los meses siguientes los enfrentamientos continuaron y, según González, nunca recibieron una valoración de la situación actual del Consistorio, ni contaron con la colaboración del partido. "Su objetivo es deteriorarme y que yo no sea la alternativa. Cuanto peor vaya la cosa mejor para él, porque sabe que no tiene futuro y que cuanto más estropee mi labor llegará un momento en que será ni tú ni yo", declara el portavoz.
En estos meses, José Ramón González asegura que ha recibido todo tipo de advertencias desde el seno de los populares. "Un miembro de la junta me llegó a decir que si yo no me iba, él iba a hacer todo lo posible por echarme del partido porque la junta local es soberana", señala.
De hecho, el PP regional intentó frenar las desavenencias surgidas con conversaciones y un encuentro en Oviedo del que, según González, Rey se levantó y abandonó sin tratar el tema.
La cuerda terminó de romper la semana posterior a las elecciones generales. González entregó las llaves de la sede del PP tras conocer, mediante un Whatsapp de Rey, que les iban a abrir expediente a él y a la edil Natividad Castrillo.
Un mensaje en el que Rey acusó al portavoz de "mentiroso compulsivo" y "mezquino", al tiempo que dijo reservarse su derecho de emprender acciones legales contra su persona por unas supuestas calumnias.
Tras las tensiones surgidas, José Ramón González y los tres ediles estudian ahora irse dejando al partido sin representación municipal en un concejo en el que gobernó en el anterior mandato y que, tras las elecciones de mayo, gobierna IU con mayoría absoluta.
