El Ayuntamiento de Siero repondrá, de manera urgente, el cierre de seguridad que precintaba el argayo de la calle de la estación, en El Berrón. Un vallado que, tal y como adelantó este periódico, fue completamente arrasado por los fuertes vientos que asolaron días atrás la región.

La concejala de Urbanismo, Noelia Macías, anunció ayer que ya ha dado la orden de reponer el vallado, y que confía en que se restituya ese cierre de seguridad a la mayor brevedad. Además, la edil mantuvo ayer una reunión con técnicos municipales a fin de analizar en qué punto se encuentra el procedimiento para la restitución de la zona afectada por el corrimiento de tierras, y cuáles son los pasos a seguir.

En este sentido, la edil precisó que el plazo de alegaciones ya ha concluido, y que los tres propietarios afectados por el corrimiento de tierras -al caer el muro de contención de sus viviendas- deben presentar el proyecto que se les ha requerido. No obstante, el Ayuntamiento de Siero ha estimado uno de los argumentos de dichos propietarios, como es el hecho de que el muro de contención cuyo colapso se sitúa en el origen del corrimiento de tierras es un elemento de carácter comunal, que implica a todos los vecinos de esa zona de la urbanización en la que residen. Así, los afectados se elevarán al doble aproximadamente, lo que les permitiría ahorrar costes en caso de que finalmente tengan que hacer ellos mismos frente al coste de reparar la zona: unos 60.000 euros.

La cuestión es que el Ayuntamiento trata de agilizar la resolución de un problema que data de la madrugada del 21 de enero de 2015, hace casi un año, cuando se produjo el argayo.

En aquel momento, la región estaba azotada por un violento temporal de lluvia y viento, pero según parece la causa decisiva para que se produjese el colapso del muro de carga fue una deficiencia arquitectónica, ya que no se había incluido una capa de drenaje entre ese elemento y los terrenos anexos.

Esa deficiencia motivó la inhibición de las aseguradoras, pero la quiebra de la promotora que había impulsado la urbanización impidió que se viese forzada a asumir la responsabilidad.